Gracias. Gracias a todos los laguneras y laguneros que han decidido que sea el alcalde de San Cristóbal de La Laguna. Mis primeras palabras como tal van dirigidas -no podía ser de otro modo- a la ciudadanía, que, a través de la expresión de su voluntad democrática, nos han convertido a todos los concejales de esta nueva corporación en sus representantes municipales.

Durante mi discurso de investidura el pasado viernes dije que, cuando iniciamos este camino, teníamos muy claro que solo sería posible recorrerlo de la mano con la ciudadanía. Y esta voluntad de acuerdo y compromiso leal tiene su raíz en la responsabilidad institucional, pero, sobre todo y prioritariamente, en la atención a las necesidades y demandas de la ciudadanía de La Laguna.

Por eso he destacado que debemos hacer de la necesidad aritmética una virtud democrática basada en el diálogo, el compromiso y, siempre que sea posible, el acuerdo en beneficio del bienestar de la ciudadanía y la prosperidad del municipio.

Porque la democracia no es ni puede ser reducida a un sistema que se basa en que los partidos ganen y pierdan las elecciones. La democracia se basa en la gestión de los conflictos y diferencias a través de los gobiernos representativos, pero también de la deliberación y el acuerdo entre los representantes populares.

Me he comprometido a ser el primer impulsor de compromisos amplios, eficaces y duraderos que cuenten con la aportación de todos. De todos los que juntos quieran construir y avanzar y hacer de este municipio el municipio de las oportunidades.

Por ello pido a los restantes grupos su colaboración y dejo mi mano tendida para el acuerdo y el consenso, para el debate justo y el respeto necesario. Para que la vida pública y la política sean, ahora más que nunca, lugar para el entendimiento, para la conformación de una sociedad más fuerte y cohesionada, entendiendo que sólo confluyendo vamos a lograr los retos que se nos presenten en este tiempo.

Quiero que estén seguros de que estoy en política para trabajar, desde mi absoluta convicción de servicio público. Soy heredero de los principios que me inculcaron mis padres y hermanos, donde se sostiene la justicia social, la identidad y la vocación de servicio a la ciudadanía. Porque uno es lo que es y ha llegado hasta aquí gracias a la educación y los valores recibidos.

De ellos, y de las personas con las que he compartido muchos momentos, trabajadores, estibadores, amigos, profesores, compañeros de Jusocan y un sinfín de personas, aprendí a sentir las cosas importantes de la vida, la libertad, la tolerancia, la honradez, el espíritu de lucha; aprendí a escuchar y, sobre todo, aprendí a ser justo y leal, y es lo que voy a aplicar cada día en la gestión pública de este municipio.

Ese es el ejemplo que voy a seguir transmitiendo no solo a mi familia, como lo he hecho siempre, sino al resto de ciudadanos y ciudadanas con esos principios de igualdad y tolerancia como única herramienta con la que se construyen las sociedades libres, donde quepamos todas las personas. Porque en este nuevo gobierno cabemos todos.

Y quizás sea en el ámbito municipal, precisamente, donde la colaboración entre los distintos partidos y la voluntad de construir consensos resulte obligatoria, donde sumar e integrar sea más sencillo que restar y destruir.

Creo que todos hemos coincidido en la necesidad de fortalecer la democracia con una imprescindible apertura a una participación ciudadana cada vez más viva, más inclusiva y exigente.

Por eso mismo, resultaría muy poco comprensible para la ciudadanía lagunera que, al mismo tiempo que apostamos por su mayor participación en los asuntos públicos, seamos incapaces de llegar razonadamente a acuerdos en los asuntos estratégicos que necesitan el desarrollo económico y la cohesión social y territorial de nuestro municipio.

Cuando uno asume esta responsabilidad comienza un camino, sin vuelta atrás, en el que lo más importante no es preguntarse qué podemos hacer para mejorar la vida de los ciudadanos y ciudadanas de este municipio, sino hacerlo.

Ni reflexionar sobre qué compromisos son los fundamentales para conseguir que La Laguna sea el municipio de las oportunidades para todos aquellos que vivan o trabajen aquí, sino lograrlos.

Ese es y será mi principal empeño a la hora de sumar voluntades y estructurar acuerdos con todas las fuerzas presentes en este ayuntamiento.

Soy el alcalde de San Cristóbal de La Laguna y me siento orgulloso de este municipio, de la gente que lo habita y lo hace posible, que lo siente, de sus barrios y pueblos, de sus rincones, de su costa, de sus montes y parajes.

No cerraré una sola puerta, no evitaré un solo debate, no desaprovecharé ninguna posibilidad de convergencia y acuerdo si eso beneficia a la ciudadanía lagunera y al municipio de San Cristóbal de La Laguna, que, se lo garantizo, tendrá en este alcalde a su primer servidor público.

*Alcalde de San Cristóbal de La Laguna

@josealbertodd