El pasado 9 de junio EL DÍA tuvo la gentileza de publicar uno de mis artículos sobre el famoso escultor Jason deCaires Taylor, de renombre mundial debido a sus esculturas submarinas. Merced a que todos nos hemos concienciado respecto a la necesidad de proteger el medio ambiente, Taylor ha aprovechado la coyuntura para levantar sus obras en los lugares más dispares.

El parque de esculturas submarinas de Grenada -la revista National Geographic la considera una de las veinticinco maravillas del mundo-; el MUSA (Museo Subacuático de Arte), situado en las aguas que separan la costa de Cancún de la Isla Mujeres, en Méjico; el Ocean Atlas, una monumental escultura de cinco metros de altura y sesenta toneladas de peso, etc., son elocuente testimonio de la trayectoria de este escultor, de quien se han "enamorado" los ecologistas por lo beneficiosas que están resultando sus obras para la regeneración de los fondos submarinos.

El artículo que escribí en aquella ocasión pretendía resaltar el acierto del Cabildo Insular de Lanzarote al haber sido capaz de convencer a Taylor para diseñar un museo submarino en esa isla. Será sin duda alguna algo extraordinario: tanto, ya lo decía en el artículo mencionado, que el director de cine James Cameron tiene previsto rodar en él en 2017 varias escenas de la segunda parte de Avatar.

Las ventajas fiscales que, al fin, el Gobierno ofrece a los filmes que se ruedan en nuestras islas han propiciado el nuevo ambiente que vive el cine en Canarias. Afortunadamente, pasito a pasito, se han ido creando las infraestructuras necesarias para que el rodaje de las grandes superproducciones les resulte rentable a los productores, si bien todavía nos falta mucho camino que recorrer.

Es sabido que gran parte de los decorados, los medios técnicos, los actores principales, etc., son extranjeros, pues resulta más económico, por ejemplo, realizar unos decorados en los estudios londinenses de Pinewood y traerlos a las islas en contenedores que confeccionarlos aquí. Pero todo se andará si utilizamos los mismos argumentos que se han empleado para lograr que se ruede en Tenerife la quinta entrega de la serie de Bourne...

Pero me refería a Jason de Caires Taylor, y voy a continuar con él. ¿Por qué? Pues por una razón sencilla que a todos debe producirnos una gran alegría: el escultor, que como ya he dicho está en plena creación del museo submarino de Lanzarote, ha depositado su confianza para el rodaje de los pertinentes documentales en un equipo de las islas, concretamente tinerfeño, el formado por Morales, Rojas y Yanes, que nos han regalado una serie de documentales que plasman con brillantez la obra inefable de nuestro César Manrique. Las imágenes de estos documentales, el montaje, la música y la iluminación cautivaron sobremanera a Taylor -que merced a su trabajo reside ahora en Lanzarote-, y lograron que se decantara por la labor de nuestros paisanos. Con toda seguridad habrá recibido otras ofertas para llevar a cabo el trabajo puesto que su fama se transmite a quienes con él colaboran, pero su decisión fue irrevocable.

En tal sentido me han informado que nuestros "tres mosqueteros" se encuentran en el Reino Unido rodando escenas en su estudio, que luego se completarán con las que se filmen en Lanzarote.

Lamentablemente nuestro alejamiento del continente europeo, la carestía de los transportes y tantos otros factores han mantenido siempre a los canarios alejados de los centros culturales.

Creo, pues, que todos debemos alegrarnos del éxito de Morales, Rojas y Yanes, que puede ser un nuevo aldabonazo en la incipiente industria que se está creando en las islas.