A mucha gente le molesta que el personal de algún comercio pase los billetes por esa curiosa maquinita que detecta falsificaciones. No deberían incomodarse. No es que desconfíen de ellos, es que pueden estar entregando, sin saberlo, un billete falso. Ahora mismo en nuestra isla, según nos cuentan, se han detectado imitaciones de alta calidad de billetes de 50 euros. Así que es bastante lógico que los comercios se aseguren de que no les están dando gato por liebre. Para los ciudadanos, que no disponen de artilugios mecánicos, la mejor manera de detectar un billete falso es revisar las marcas de agua y percibir la rugosidad que el billete presenta en una de sus caras (un dibujo trapezoidal de varias líneas oscuras). Las instrucciones detalladas para revisar los billetes se pueden encontrar -como casi todo- en Internet. Así que ojo.