Por si no lo sabían, aunque hasta aquí llegamos casi todos, "realmente un vaso es un vaso y un plato es un plato", Mariano Rajoy "dixit". Pero ahora mismo mi objetivo no es quedarme en la dermis de tal axioma, sino más bien hacer una inmersión semántico-filosófica para devolver a la superficie, al disfrute placentero de la colectividad con derecho a voto el 20 de diciembre próximo, la profundidad de esa frase coordinada y copulativa, tan elocuente, versátil y a la vez mal comprendida por todos los analistas políticos, salvo los que se arriman y terminan arañándose en las esquinas del PP.

Para conseguir ese reto, nada sencillo, por otro parte, creo que lo mejor es acompañarme de la música, que dicen que concentra y hace fluir las ideas, y llevan razón quienes así lo afirman. Así que elijo la banda sonora apropiada, con asombrosa equivalencia y paralelismo con el axioma de Rajoy, y me pongo a la extenuante tarea.

El canal YouTube, ya se sabe, facilita mucho las cosas, tanto como la familiaridad con las canciones preferidas de la infancia hoy en tránsito de dos retoños cercanos. Me enchufo a la red y primero voy a Google, y desde ahí, a YouTube; luego toca CantaJuego. ¿Les suena? Claro que sí. La primera que sale es "Soy una taza", justo la que hago mía. La tengo delante de mis ojos, en soporte audiovisual y habitando mi monitor. Activo el "play" y con ello consigo la música que aspiro a que me permita extraer de aquel axioma la verdadera consistencia, toda la sustancia, del pensamiento ideológico-político de Rajoy, algo que hasta ahora nadie ha conseguido y algo sobre lo que reflexiono mientras estoy tirado encima de la sábana sonora de CantaJuego y su "Soy una taza".

"Soy una taza, una tetera, una cuchara y un cucharón; / un plato hondo, un plato llano, un cuchillito, un tenedor. / Soy un salero, un azucarero, una batidora, una olla exprés. / Chu, chu...", como el sonido de los trenes fantasma de Carlos Alonso.

Con el "repeat" devolviendo la misma y cansina señal, termino, horas después, hasta el hocico de "Soy una taza", y me doy cuenta de que no toda la música concentra ni te lleva por la senda de la intelectualidad, y además de que no siempre ayuda a despejar las equis, al menos en los axiomas de Rajoy.

No encuentro respuesta útil ni humana que me saque del entuerto, y eso que recorrí con profusión y vehemencia todo lo publicado por las mentes adscritas a la FAES, al movimiento conservador europeo y a la alianza planetaria de la derecha. Tampoco hallé nada entre los grandes pensadores, muchos de ellos socialdemócratas y otros rojos, de principios y mediados del siglo XX, y bastante menos aún entre las nuevas generaciones del repito lo que me dicen que debo reproducir y sin salirme ni una coma de la circular contraincendios.

Como pueden apreciar, estoy derrotado, perdido... Ahora, y me ha costado muchísimo tirar la toalla, ya percibo, con "Soy una taza" en modo "off", que no sacaré nada a flote. He traicionado a Rajoy, pero es que no puedo más.

Me quito las gafas, el tubo y la botella de oxígeno y hago un último intento, ya a la desesperada. Tiro de diccionario de la RAE y copio que una taza es la "vasija pequeña, por lo común de loza o de metal, y con asa...", mientras que un plato es el "recipiente bajo y redondo, con una concavidad en medio y borde comúnmente plano alrededor...". Busco la voz Mariano Rajoy y me llevo una ingrata sorpresa: "Presidente del Gobierno de España". "¿Tanto...?", me digo alarmado.

@gromandelgadog