Bajo el antetítulo de "Preocupaciones globales" he sabido de Peter Diamandis, presidente de XPrize. Esta es una de esas noticias que se cuelan entre montañas de información y a la que llegas cliqueando con el ratón. El periodista que firma el artículo de la edición digital de El País lo titula rotundo: "El hombre que quiere arreglar los mayores problemas del mundo".

Ahí se detallan algunos cargos de Diamandis y su extraordinaria aportación en el ámbito de la tecnología. Como al parecer acumula un currículum extenso, el periodista opta por resumirlo. Es ingeniero y médico, cofundador junto a Ray Kurzweil de la Singularity University y, entre otras cosas, cofundador y vicepresidente de la agencia de turismo espacial y fundador de una organización internacional para promover la exploración del espacio entre estudiantes. Por si fuera poco, este hombre que ha fundado tanto también puso en marcha Human Longevity Inc., que, según se explica, es una empresa cuyo objetivo es acuñar la mayor base de datos de genotipos humanos para estudiarlos y combatir las enfermedades propias de la edad.

Lo que me llamó la atención fue la sencillez con la que afirma la complejidad de su propósito. Lo suyo, dice, es "encarar los grandes retos de la humanidad, los problemas que afectan a miles de millones de personas. Las pequeñeces no le interesan". Alguien que expresa con esa determinación semejante aspiración no me extraña que despierte, como mínimo, curiosidad. Su pensamiento lo transcribió a dos libros que se convirtieron en bestsellers del New York Times y que tituló como si verdaderamente nos estuviera retando: "Abundancia: el futuro es mejor de lo que piensas" y este otro, "Audaz: cómo crecer, crear riqueza e impactar al mundo". Me ha faltado tiempo para buscarlos en la red.

Sobre el primero de ellos, publicado en 2013, leí que "el empresario del espacio convertido en pionero de la innovación" junto a un escritor de temas científicos llamado Steven Kotler, "documentan cómo el progreso en inteligencia artificial, robótica, computación infinita, redes de banda ancha, manufactura digital, nanomateriales, biología sintética y muchas otras tecnologías que están creciendo exponencialmente, nos permitirán obtener en las próximas dos décadas unos avances muy superiores a los que hemos conseguido en los doscientos años anteriores". En la aclaración que se hace sobre el libro señalan que "pronto tendremos la capacidad de alcanzar y superar las necesidades básicas de cada hombre, mujer y niño del planeta" y que "la abundancia para todos está a nuestro alcance".

Ambos parten de una afirmación: "Desde los orígenes de la humanidad, unos pocos privilegiados han vivido en marcado contraste con la mayoría muy pobre". Y acto seguido lanzan con desafiante seguridad: "Aunque la opinión más común es que la distancia que separa a unos de otros es imposible de superar, sin embargo, la distancia se está estrechando... y rápido". Los autores exploran cómo "fuerzas emergentes", es decir, "las tecnologías exponenciales, el innovador hazlo tú mismo o los tecnofilántropos están conspirando para resolver nuestros mayores problemas".

La Fundación XPrize, que cité al principio, es otra organización creada por Diamandis que organiza una competición internacional en la que plantean algunos de los problemas más graves y urgentes que padecemos a nivel mundial, y mediante cuantiosos premios se incentiva a los participantes a resolverlos. Las propuestas -luego he podido ver algunas en su página web- tienen que ver con la energía, la biodiversidad, la salud, la exploración espacial, la educación o el cambio climático entre otros.

Diamandis dice que lo que verdaderamente ama es "inspirar a la gente y retarles para que resuelvan grandes retos". Seguiré buscando información sobre esto. Qué falta nos hace la gente que piensa en el bienestar común y, además, lo hace a lo grande.

@rociocelisr

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