Si es usted de los que conducen con el codo por fuera de la ventanilla, sepa que le puede costar 80 euros de multa. Irse comiendo un bocata, 200 euros y dos puntos del carné. Beber, aunque sea un botellín de agua, lo mismo. Si se pone en un semáforo a pintarse los labios o sacarse una pestaña del ojo, lo mismo, aunque esté el coche detenido. Si conduce sin camiseta o sin zapatos, otros 200 euros. Y si se le ocurre poner un anuncio en su coche diciendo que lo vende y poniendo el precio o un teléfono... Sí. También 200 euros. Merece la pena mirarse los casos de multas que se han impuesto por esta exótica variedad de conductas que nos hacen pensar que los conductores son un gigantesco plancton del que se alimenta la gran ballena verde de Tráfico.