Alguien escribió una vez que "el terrorismo nace del odio, se basa en el desprecio de la vida del hombre y es un auténtico crimen contra la humanidad".

Las explosiones en el aeropuerto Bruselas-Zaventem y en la parada del metro de Maelbeek han dejado una vez más un panorama desolador e impropio de los que justifican los crímenes con una religión, porque dudo mucho que un dios pueda justificar una barbarie que tenga como resultado un río de sangre.

Podría ser una casualidad, o no, pero todo esto ocurre escasos días después de la detención de Salah Abdeslam, de tan solo 26 años, huido tras los atentados de noviembre en París que costaron la vida a otras 130 personas, y precisamente otro de los artífices de esa masacre, Najim Laachraoui, ha sido identificado como uno de los autores de los atentados de Bruselas, y también participó en los de la capital gala.

Lo ocurrido, a pesar de las detenciones, ha dejado el centro neurálgico de Europa totalmente cerrado por tierra y aire, dejándonos maltrechos con las imágenes que durante estos días nos han trasladado los medios de comunicación y que nos dejan sin aliento.

A nadie se le podrán olvidar jamás los atentados en Madrid, en 2004, que nos resquebrajó por dentro a todos y cada uno de los españoles e incluso de los que no lo son y veían lo que pasaba desde lejos, más allá de nuestras fronteras, y que aún con dudas en la auditoria.

Como dijera Malala Yousafzai, Premio Nobel de la Paz en 2014, "a los terroristas les asusta la educación. Pensaron que las balas nos iban a dejar en silencio, pero fracasaron. Y luego, a partir del silencio, surgieron miles de voces".

Esas son las voces de millones de personas en toda Europa y en el mundo cansadas de los extremismos intransigentes. Cansada de llorar por sus seres queridos, a pesar de las décadas acumuladas en un supuesto tiempo de paz. Hartos del fanatismo de algunos que destrozan familias y hogares enteros, sin mirar si a su alrededor hay niños, padres o madres.

Nos quieren asustar y hacer callar. Quieren convertir nuestro mundo en una zona de guerra por algo que ni ellos conocen ni saben. Son los que gritan el nombre de un dios tan válido como el mío, antes de matar. Antes de asesinar.

Me duele y enfada la reacción de Podemos, que no refuerza la unidad política y además se atreve a negarse por el tono de un acuerdo suscrito por todas las formaciones políticas, menos por ellos.

En el seno de la Unión Europea existen dos grupos de trabajo en materia de terrorismo, como lo son el Grupo Terrorismo, que tiene una función operativa de tipo técnico, que incluye el intercambio de técnicas policiales, la definición de mejores prácticas, etc., y el COTER, que es un organismo diplomático que trata el tema del terrorismo desde un punto de vista político.

También existen varios organismos europeos con competencia en materia de lucha contra el terrorismo como el SITCEN (análisis de la amenaza), EUROPOL (oficina europea de cooperación policial), EUROJUST (cooperación judicial internacional y coordinación de las investigaciones y procedimientos) y el grupo antiterrorista del Club de Berna que reúne los servicios de seguridad interna de diecinueve países.

Los atentados de Madrid en 2004 y de Londres un año más tarde, los intentos frustrados durante el verano 2006 en Alemania, el Reino Unido y Dinamarca, y los atentados fallidos de Londres y Glasgow en 2007, demostraron que el territorio de la Unión Europea es un objetivo para los grupos vinculados al terrorismo mundial de inspiración islámica relacionados con Al Qaeda. Para hacer frente a esta amenaza, la Unión adoptó en 2005 una estrategia europea con el objetivo de "luchar contra el terrorismo, en el respeto de los Derechos Humanos, para que Europa sea más segura y permitir que sus ciudadanos vivan en un espacio de libertad, seguridad y justicia", teniendo como principios la prevención, la protección, la persecución y la reacción.

Sin duda, el terrorismo plantea una amenaza para nuestra seguridad. A los valores de nuestras sociedades democráticas y para los derechos y libertades de los ciudadanos libres.

Según datos del Consejo Europeo, entre 2009 y 2013 se produjeron en los Estados miembros de la Unión Europea un total de 1.010 atentados fallidos, frustrados o consumados. Además, ciudadanos europeos han sido secuestrados o asesinados por grupos terroristas en todo el mundo.

La barbarie no conoce de fronteras, y corresponde actuar en un marco que garantice los pilares básicos de la estrategia europea, como es la prevención y la protección, con el objetivo de no tener que lamentarnos, y sí celebrar la vida, porque odian nuestro sistema de valores, nuestra libertad, odian nuestra forma de vivir, odian nuestra democracia. En definitiva, solamente odian.

*Senador por Tenerife y

concejal del PP en el Ayuntamiento de La Laguna