¿Qué es la identidad? Indaguemos en las intimidades de las personas y en la conciencia de los pueblos y seguro que encontraremos lo que los define, lo que los une y hasta lo que los separa.

¿Qué nos define como canarios? ¿Cuál es nuestra identidad como pueblo que quiere ser? Nos define el empeño, la búsqueda desde dentro para dar con nosotros mismos; empeño que se encuentra enrocado por los que entorpecen los deseos de una colectividad que ha sido sometida a la influencia de una historia mal contada. Y como pueblo nos define el destartalamiento conceptual en muchas cuestiones que nos son vitales.

Tener una idea, introyectarla en el ánimo de cada cual, no cabe duda que formaría parte de una proyección para mañana, ya que hoy por hoy se está en un "impasse", con una carga personal desaprovechada, con una energía dirigida hacia polos opuestos que hacen que nuestra identidad esté incrustada en una ambigüedad perfectamente calculada por los de "afuera" que provoca que no se tenga una dimensión clara de quiénes somos, aunque, paradójicamente, lo sepamos de sobra.

La identidad surge con fuerza en los conflictos nacionalistas, y cuando estos se enconen desde los linderos del pensamiento y de la discusión sana, estaremos poniendo las piezas fundamentales que caracterizan a un pueblo. Lo que no es tarea difícil, solo es ponerse manos a la obra. El momento oportuno sería cuando tengamos la percepción de que se nos escapa la personalidad, que no somos dueños de nosotros mismos y que son otros los que dictan por nosotros. Lo que acontece desde antes de ayer, de ayer y de ahora mismo.

De ahí que pensar democráticamente el momento donde el ciudadano tenga asegurada su participación en la construcción de la diferencia cultural es lo que debe primar en cualquier conflicto nacionalista que esté a la vista.

Y cuando hablamos de conflicto no hablamos de confrontaciones de fuerza, ya que el conflicto internalizado dentro de uno mismo es la pieza fundamental del inicio y conclusión de una identidad definida.

Cuando este conflicto se hace extensivo a los integrantes de una nación, haciendo que esta baje del imaginario al plano real, será lo que propiciará la construcción nacional. Y lo hará a través de una identidad colectiva encontrada y fraguada en el transcurso de la historia de cualquier pueblo de la tierra.

En un mundo que se dice globalizado, existe una fragmentación en lo político y en lo ideológico, lo que hace que aquellos pueblos que caminan de espaldas a su proyecto nacionalista terminaran desestructurados, autofagocitados. De ahí que reafirmarse en un proyecto inmerso en una cultura compartida será lo que defina a la identidad canaria. Y destaparla es convertir al nacionalismo en una energía potente que marcará los tiempos del éxito o de la frustración de la construcción nacional canaria.