Por mucho que se insista en España que es potencia administradora del Sáhara, no lo es. Como saben los lectores de cualquier manual sobre el Sáhara, los ministros de Asuntos Exteriores y embajadores de España en Naciones Unidas: los Castiella, Cortina, Piniés... se pasaron desde 1960 a 1975 sin dejar de dar explicaciones año tras año sobre la autodeterminación del Sáhara en la Asamblea General. ¿No es raro que desde 1975 eso no haya vuelto a ocurrir ni una sola vez? ¡Vaya potencia administradora y menuda ONU! Fue ésta quien constituyó a España en potencia administradora: mero mandato temporal y revocable.

Es elemental distinguir entre facultades de administración sobre ese territorio, y territorio y soberanía. El territorio no se cede. Si España no tenía la soberanía sobre el territorio, no podía ceder lo que no tenía, a tal punto esto es indiscutible que todavía está pendiente el derecho de autodeterminación, que quedó a salvo con el famoso referendo.

Los acuerdos de Madrid de noviembre de 1975 fueron auspiciados por la ONU y -tras pasar por la Cuarta Comisión- convalidados posteriormente por ella con las dos resoluciones contradictorias de 10 de diciembre de 1975 de la Asamblea General: las 3458A y 3458B, pero que ambas consagran la pervivencia del derecho de autodeterminación. Con la "potencia administradora" no se contó para nada nunca después de 1975, ni se la cita ni una sola vez. Ni tuvo nada que hacer ni decir durante la larga guerra del Polisario con Marruecos, ni tampoco en el alto el fuego. Ni se contó con ella en el Plan de Arreglo ni tampoco en los planes Baker-I y Baker-II. ¿Sabemos de alguna cosmética intervención en la constitución del MINURSO o tampoco hay rastro? ¿Cómo es que todos los llamamientos, debate de actualización del censo, discusión de soluciones para celebrar el referendo sean siempre al margen de la "potencia administradora"? El menos avisado tendría que concluir que de facto y de iure quien tiene la administración es Marruecos desde 1975 y que la ONU nunca ha llegado a cuestionarlo, como se puede comprobar todos los días.

Si se lee "La primavera saharaui. Escritores Saharauis con Gdeim Izik" se verá que la Generación de la Amistad nunca se refiere a ella y sólo el inquisitivo prologuista habla de "potencia administradora" (entrecomillada, como en este artículo).

Si al menos nos explicaran en qué y a quién pudiera beneficiar tal irrelevancia. ¿Volver a 1975? ¿Y? ¿La ucronía y todavía mucha más ficción?