Como no soy periodista al uso y, además, militar, me preocupan mucho las críticas. Por eso les aclaro, y me reafirmo, en lo que del Gobierno Rajoy escribí en EL DÍA con fechas 16 de junio de 2015 y 12 de marzo de 2016. Lo que aprovecho para añadir unas acotaciones antes de estas elecciones. Gracias.

-Desde el punto de vista militar dije no saber ejercer el mando en lo que nosotros definimos como "Punto Decisión" y "Riesgo Asumido". Porque es peor no mandar (decidir) que mandar..., aunque sea mal.

-En ambos artículos critiqué: la permisividad de la Justicia con el separatismo (hoy desconexión); la debilidad de Interior y adláteres con el terrorismo, y no haber suprimido la vengativa ley de la "memoria histórica" o haberla adelantado al año 1931. (IIª República).

-Insistí hasta la saciedad no saber contrarrestar el efecto negativo de los medios de comunicación con un Gobierno de derechas, ¡con abrumadora mayoría absoluta!, por dejadez, desconocimiento o acomplejamiento.

-El argumento por el que me llamaron la atención, no muchos, fue: "Los de izquierdas no critican a sus gobernantes y superiores". Pues ya ven, yo sí; siempre lo he hecho con respeto, subordinación y, sobre todo, con lealtad.

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-También critiqué las incoherencias y contradicciones de los nuevos líderes. Y hoy, en conjunto, defino a Pedro, Pablo y Alberto como camaleones que tumban de izquierdas a derechas cual "doncellas" por rastrojos; mienten, se traicionan, se desdicen y se unen por escaños y... sueldo. Por sueldos y escaños, el comunista español Garzón vendió los restos de la histórica IU al comunista bolivariano con sendos botellines de cerveza. Veremos lo que dura el "Pacto de la Espuma".

-Ya son demagogos y oportunistas. Suprimieron las asambleas, y sus listas van con ministros/as (lo nunca visto ante unas elecciones). Y ya eligen a sus secretarios por "las primarias de Bartolo..., donde se vota a uno solo". ¿Democracia o casta?

-¿Son estos nuevos diputados, senadores, concejales y alcaldes más creíbles que los de 1978? Si aquello, según ellos, no fue una "transición", ahora parece una "transacción", que en vez de regeneración política va hacia una degeneración de partidos.

-Suárez y Carrillo, Fraga y González llegaron a un consenso por sus diferencias de edad y vivir fechas difíciles en épocas distintas adquiriendo gran experiencia. Casi todos se comportaron con dignidad y caballerosidad. ¡Ahora no! Ahora con similar edad, imprudencia e inexperiencia surge el odio personal, la revancha y la venganza..., digna herencia del "zapaterismo".

-Hace poco en varias universidades, Vargas Llosa, Aznar, Rosa Díez y otros no pudieron disertar por los abucheos y amenazas. El otro día no. El otro día, el líder de Podemos, Pablo Iglesias, dio tranquilamente su charla con vítores y aplausos..., tal vez ante los mismos universitarios.

-Va este recuerdo para periodistas, tertulianos, colaboradores y un largo etcétera de los medios de comunicación por el sonrojo que he sentido ante el exagerado y obsesivo seguimiento a los nuevos líderes. Ahí lo dejo y he preferido trasladarles la frase del diputado Iglesias en aquella intervención: "Veo caras de miedo en los periodistas". Y creo que esa actitud chulesca y desafiante se la han ganado ustedes a pulso.

-Porque no se entiende que prestigiosos periodistas (y "periodistos") profesionales caigan en la trampa de escribir repetitivos y monótonos artículos y enzarzarse en tertulias (de horas de duración) haciendo conjeturas sobre las elecciones, con frívolas sumas y restas matemáticas y análisis combinatorio. Terrible, porque, además, ante el subterráneo lenguaje de estos aprendices de políticos ustedes hacen apuestas.

-¿Cómo van a acertar en esa ruleta española en la que son falsos el tapete, la bola, las fichas y los "croupiers"? Comprensible en un momento dado, pero elucubrar tarde, día y noche, desde ¡antes del 20 de diciembre de 2015! hasta, supongo, ¡el 26-J de 2016! es hacerles una propaganda y publicidad gratuita de ¡ocho meses (8)! de duración.

-No digamos del seguimiento televisivo a estos recién estrenados que con sus séquitos van por los pasillos de las Cortes cual "vedette" de teatro o artista de cine. ¿A quién no se le suben los humos y se enchula ante tanta escenografía mediática?

Yo también quiero caer en la trampa y les animo a que vayan a votar porque aunque digan que no, en esta "segunda vuelta" las cosas cambiarán sensiblemente. Y lo dicho: ¡no se crean las encuestas!

*Conservador progresista. Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad de La Laguna (Abstenerse)