Llega el Día de Canarias después de una semana nada propicia para los habitantes de esta tierra, de por sí afortunada. Las cifras aportadas por el presidente nacional de Unicef en el Parlamento autonómico, referidas a la situación de riesgo de pobreza en la que se encuentran 130.000 niños de las Islas y el poco efecto que ha tenido el Plan de Infancia y Familia del Archipiélago, aprobado hace dos años. Los apuros económicos que atraviesan el 35% de los hogares canarios, los que más dificultades tienen hoy para subsistir, según los datos del Instituto Nacional de Estadística. Y el panorama dibujado por Cáritas, alertando de que en algunos sectores la precariedad puede llegar a cronificarse, podrían infundir el pesimismo. Menos mal que las peticiones de ayuda a esta ONG han descendido, lo cual puede indicar que existe cierta mejoría. Todas estas cifras, sin embargo, deben servir para alimentar el espíritu solidario de los canarios, pues la pobreza o la exclusión social no entiende de siglas. Lejos de amilanarse, hay que aprovechar la celebración de Día de Canarias para mirar hacia delante, con decisión y valentía, conscientes de que, solo desde la unidad, las Islas podrán avanzar y crecer de una forma justa e igualitaria. La conmemoración de la primera sesión del Parlamento autonómico, llevada a cabo el 30 de mayo de 1983, no debe quedarse en un simple día de fiesta, sino que ha de servir para reflexionar si lo hecho durante estos 33 años, que sin duda ha sido mucho, ha permitido que todos los residentes en el Archipiélago vivan mejor. Es hora de arrimar el hombro y trabajar de forma conjunta en la resolución de los problemas que afectan a Canarias, pero, sobre todo, a los canarios, principales protagonistas de una fecha tan señalada.

Dentro de esas cuestiones a resolver sin demora -la futura Ley de Suelo promovida por el Gobierno que preside Fernando Clavijo tiene esa vocación-, está la excesiva burocracia con la que se encuentran tanto los isleños como sus propias instituciones para sacar iniciativas adelante. Las distintas formaciones con representación en el Parlamento de Canarias son conscientes de que existen trabas, como bien quedó plasmado ayer en este periódico. Ahora solo falta que se pongan manos a la obra para darle una pronta solución. Quizás es más llamativo que sea un alcalde, en esta caso el de La Victoria, el que se queje de esta lacra, a la que atribuye el retraso en la apertura de la vía principal de su municipio. La falta de coordinación entre las diferentes administraciones públicas, para poner en marcha proyectos de vital importancia en el desarrollo de un pueblo, es un lastre difícil de asumir, que precisa de un remedio urgente.

Excelente noticia para La Gomera el que Puertos Canarios haya autorizado la línea interior marítima de la Isla. Después de cinco años suspendida, el Gobierno ha dado el visto bueno para que la compañía naviera Fred Olsen opere entre Valle Gran Rey, Playa Santiago y San Sebastián con tres viajes diarios de ida y vuelta. La mejora de la comunicación en el Archipiélago siempre es un paso adelante para todos.