"Conductos por donde van las aguas sucias o las inmundicias de las poblaciones". Recuerdo cómo Felipe González, siendo presidente del Gobierno, dijo en su momento aquello de "al Estado también se le defiende en las cloacas". Y no tengo duda de que así es, porque así ha sido a lo largo del tiempo, y porque desde las cloacas también se agrede al Estado. Y me atrevo a pensar que más que en la superficie.

Quizás por aquello que aseveró el Sr. González se atrevió el Sr. Rubalcaba, a la sazón ministro de Interior, a decir aquello de "conozco todo de todos". Pudiera ser el resultado de espiar en superficie y bajo tierra, en las cloacas, a todos a fin de defender al Estado de las intrigas que pudieran fraguarse.

España padeció el 11M de 2004 el episodio pergeñado en las cloacas y que deparó el mayor atentado terrorista de nuestra historia. Y cambió el resultado que todas las encuestas preveían para las elecciones generales que iban a tener lugar el 14M. Elecciones que debieran haberse abortado como consecuencia de aquel atentado y los actos producidos en la jornada de reflexión que no fue.

A aquel Gobierno en funciones, del PP, le faltó entereza y agallas para gobernar aquel trágico asunto. Y así, posiblemente desde las cloacas, se articularon medidas tendentes a que nunca pudiésemos saber la verdad en cuanto al origen de aquel atentado. Las pruebas del delito, los vagones siniestrados, fueron desguazadas con premura. Desde las cloacas se montaron pruebas falsas, supongo que para llevar el juicio por derroteros que interesaban. Aquel Gobierno, del PP, estuvo acongojado y paralizado. Las ratas de las cloacas accedían a sus dependencias y no se enteraban ¿Era por buenismo o por idiotismo?

Ahora, junio de 2016, gobernando otra vez en funciones el PP, salta a la palestra, también en tiempo de elecciones generales, la grabación efectuada en 2014 al ministro de Interior en su propio despacho. Si no fuera por la gravedad del asunto sería para desternillarse de risa. Y la gravedad no se la otorgo al contenido de la grabación, que también, sino al hecho de que se haya espiado al ministro en su despacho. Al ministro de la Seguridad del Estado. Aparte del asunto que ha salido a la luz en este momento electoral, ¿cuántos otros asuntos se han espiado en el mismo lugar? ¿A beneficio de quién? No puede la seguridad del Estado hallarse al albur de acciones de este tenor. Se requiere una profunda investigación, hasta en las cloacas, para depurar responsabilidades.