Sobre la mesa de los cambios que necesitamos, hay una que me llama poderosamente la atención, que es la posibilidad de ofrecer un salario permanente de subsistencia a todos los ciudadanos, por parte del Estado, se trabaje o no.

De hecho, la generación de jóvenes denominada "Millenial" basa su objetivo laboral en un concepto distinto de fidelidad y compromiso con la empresa, y según algunas encuestas, el 50% de los menores de 33 años ha rechazado algún proyecto dentro de su compañía por ir en contra de sus valores, flexibilidad o reconocimiento de su persona (no de su trabajo), porque quieren controlar su carrera por ellos mismos.

Hasta aquí no hay ninguna queja. Si se ponen de acuerdo con la empresa, trabajarán, y si no, pues seguirán buscando empleo, creando una filosofía de "no me compensa". Y esto ya afecta a un mercado laboral que envejece a pasos agigantados y que reducirá los puestos de trabajo si no deciden dar un paso a su jubilación, taponando las posibilidades en las empresas de nuevas contrataciones de sustitución.

Siempre el Estado les puede pagar una renta que sí les compense, olvidándose de que, previamente a cobrarlas, alguien tendrá que trabajar y pagar sus impuestos y cotizaciones para que ellos puedan cobrar.

Mientras tanto, en el Reino Unido han puesto en marcha un programa en el que el 50% de los demandantes de empleo consiguen un trabajo, el 70% a los seis meses y el 86% antes de un año mediante la combinación de acciones entre el sector público, el sector privado y las organizaciones voluntarias, premiando el éxito de las agencias de empleo o libertad de las pymes, pues buscan sus empleados con absoluta libertad y sin camino a seguir impuesto por el gobierno, además de un compromiso a largo plazo de incentivar a las agencias de empleo a que mantengan los puestos de trabajo el mayor tiempo posible en las empresas.

Actualmente, el tejido empresarial se mantiene en un escenario hostil, alejado de la productividad y con la necesidad de profundizar en reformas estructurales, lo suficientemente importantes para que la flexibilidad laboral y la eficiencia de su mano de obra le posibiliten crear empleo a corto plazo.

Otro asunto es que alguien piense que las ofertas de trabajo se crean de manera obligada y que se tienen que cubrir sin que a ambas partes les convenga, aunque no les compense.