Es posible si se dan algunos supuestos. Si no logra Rajoy lo que pretende, que es un pacto entre PP, PSOE y Ciudadanos, ya que el PSOE ha manifestado que ni votará a favor ni se abstendrá en la investidura, cabe que al final Ciudadanos lo apoye y obtengan 169 diputados. Para la mayoría absoluta se necesitan 176 ¿Cómo se obtendría esa cifra? Se podrían incorporar los 5 del PNV más CC-PNC y NC, lo cual, si esto aconteciera, desde el escenario de los logros políticos y de competencias territoriales el avance sería considerable.

El PNV ha sido derrotado por Podemos en el País Vasco. En noviembre Euskadi tendrá elecciones autonómicas, donde el PNV parte en clara desventaja para constituir Gobierno ¿Cómo lo lograría con éxito? Si Rajoy concede gran parte de lo concerniente al Concierto Económico y Cupo Vascos, y asume, al menos teóricamente, las exigencias políticas del PNV, ahora atenuados y bajado el diapasón de una independencia que no les corre prisa, pero sí al menos que se refleje el derecho a decidir en una futura Constitución, sí que podría contar con su apoyo o abstención.

Y por parte del nacionalismo canario se estaría en una situación histórica de envergadura. No solo se potenciaría una agenda canaria, sino que se iría mucho más allá abarcando lo que debe ser un pacto de Estado donde el poder e influencia del nacionalismo serían considerables.

Todas las políticas de transferencias que están dormidas y que muchas se contemplan en el Estatuto que está en las puertas del Congreso vendrían con sus fichas financieras, con lo cual nos situaría en el ámbito de una soberanía compartida Canarias-Estado.

Es el tiempo del nacionalismo canario para situar a Canarias por encima de todo, aun por encima de compromisos adquiridos con otra organización política, caso de NC con el PSOE. Porque si lo que se pretende es tener presencia en el Congreso para hablar e intentar que nos hicieran caso, ahora con la fuerza que se tiene y que es imprescindible para la gobernabilidad del Estado, no solo se hablará, sino que se conseguirían soluciones a las cuestiones canarias.

Si esto fuera así, sería un punto de inflexión para reiniciar el encuentro entre CC, PNC y NC, donde se revitalice una unión en la que se dejen atrás aristas que pudieran molestar por viejas rencillas y ser dignos políticos para una tierra que necesita del nacionalismo.

Pensar en Canarias y para Canarias para el nacionalista es el fundamento de su razón de ser. No dejemos que otros piensen por nosotros. El cartero siempre llama dos veces. Esta es la segunda.

Tendremos que esperar acontecimientos, y si la oportunidad se presenta, no dejarla escapar, porque posiblemente en ella se encuentre un mejor futuro para nuestra tierra.