Rusia siempre ha sido uno de los iconos mundiales de la música. Y del ballet. Y de la ópera. San Petersburgo y Moscú, Moscú y San Petersburgo, luchan desde hace siglos por ser el referente ruso mundial en las Bellas Artes. Teatro Mariinkski en San Petersburgo. Ballet Bolshoi en Moscú. Además, Rusia, siempre ha tenido magníficos cantantes de ópera.

Y en la actualidad cuenta con el barítono más importante del mundo, Dmitri Hvorostovsky, que no nació ni en Moscú ni en San Petersburgo, sino en la lejana Siberia, concretamente en Krasnoyarsk, una ciudad que era absolutamente desconocida -casi prohibida visitarla durante la etapa soviética- para los extranjeros.

A los 22 años finaliza sus estudios en el Conservatorio de su ciudad natal. Con 24 años es nombrado uno de los jóvenes cantantes rusos con más proyección. En Toulouse (Francia), participa en 1988 en una de las más prestigiosas competiciones musicales. Desde que ganó en 1989 el concurso Singer of the World en Cardiff, venciendo al galés Bryn Terfel, ha desarrollado una brillante carrera que lo ha llevado a actuar en los principales teatros y salas de conciertos del mundo.

Los siguientes años debuta en los más importantes escenarios mundiales desde el Covent Garden londinense al Metropolitan Opera de Nueva York, el Teatro La Fenice de Venecia o en la Ópera de Berlín.

Sus primeros éxitos comerciales se produjeron con algunos de sus primeros CD y la explosión de sus conciertos alrededor del mundo en los años 90.

Obviamente, como ruso, parte de sus papeles en la ópera provienen de obras rusas, desde "Guerra y Paz" de Prokofiev, Rachmaninov, Chaikovsky, con su fantástico papel en "Eugene Onegin", Rimsky-Korsakov o Mussorgsky, entre otros.

En el período finisecular, Hvorostovsky brilla cada vez más, ahora con las óperas del maestro italiano Giuseppe Verdi. Sus papeles estelares como Renato en "El baile de las máscaras", Rodrigo en "Don Carlo" o el Conde de Luna en "El trovador" hicieron que su magnífica voz fuese aún más conocida en todo el mundo. Para Dmitri el papel de Rigoletto es probablemente el más dificil que ha interpretado en toda su carrera y Simón Bocanegra el más bonito.

"Si tienes el aspecto de un joven Nureyev y cantas como Lisitsian -escribió Alan Blyth sobre Hvorostovsky- el mundo entero de la ópera está abierto para tí".

El barítono ruso es una especie de tesoro nacional en Rusia. Cuando cantó el concierto homenaje a los soldados rusos de la Segunda Guerra Mundial para conmemorar el 9 de mayo la victoria, su concierto en la Plaza Roja de Moscú fue seguido y vitoreado por más de noventa millones de rusos y retransmitido a veinticinco países. Orbelian, el director del concierto, manifestó que no hay nadie en el mundo como Hvorostovsky, que es un héroe nacional.

En el segundo semestre de 2016, el cantante ruso actuará en Malmoe (Suecia), Turku y Helsinki (Finlandia), Viena (Austria), Frankfurt, Stuttgart, Berlín y Munich (Alemania), Riga (Letonia), y su único concierto en España será en el Gran Teatro del Liceo de Barcelona el domingo 6 de noviembre. En enero y febrero de 2017, tiene contratadas siete actuaciones en el Royal Opera House de Londres, donde interpretará "El trovador" de Verdi, y en marzo y abril de 2017, actuará en el Metropolitan Opera de Nueva York representando la obra "Eugene Onegin" de Chaikovsky.

"Hvorostovski está llevando con la perfección de sus interpretaciones a los aficionados a la ópera a un estado de shock, casi de desvanecimiento", señalaba Vanity Fair. "Sus actuaciones como barítono son tan maravillosas que permanecerán mucho tiempo en nuestra memoria", titulaba New York Times.

Dmitri Hvorostovsky une a su gran voz de barítono su magnífica interpretación teatral -conjunción no siempre fácil-. Una simbiosis perfecta que hace que sea considerado actualmente el mejor del mundo.

*Presidente de TuSantaCruz