El pasado martes se constituyó la Mesa del Congreso de los Diputados. Los populares se garantizaron dos puestos en la mesa y cedieron otros tantos a C''s. Después de la legislatura más corta de la historia de la Democracia, que apenas duró siete meses, parecía que se había impuesto la necesidad del consenso. La semana que mañana comienza, el rey Felipe VI iniciará las consultas para conocer qué candidato cuenta con los apoyos suficientes, o al menos con más respaldo, para poder afrontar una investidura. Curioso: el mismo martes se reunirá con Pedro Quevedo, de Nueva Canarias, y unas horas después, con Ana María Oramas... a buen seguro no hará falta explicarle la división del nacionalismo canario. Una vez se materializó el acuerdo entre PP y C''s y el tiempo de elegir presidente se aproxima, se ha impuesto, de nuevo, la política del perro del hortelano, aquella que define a quienes no son capaces de gobernar, pero tampoco lo facilitan a otro. Mientras, anuncios como el del Fondo Monetario Internacional (FMI), que el pasado martes revisaba a la baja el crecimiento de la economía española para 2017, rebajando la estimación hecha en abril del 2,3% al 2,1% ahora. La economía hace amagos por levantar cabeza, un intento que se queda en eso. Ahí, un ejemplo: El miércoles este periódico daba cuenta de que el sector turístico en Canarias prevé un alza de la ocupación, pero no del gasto. O esta: "Aumentan los concursos de acreedores". Lo peor es que a nivel nacional se mantiene la tendencia a la baja, salvo en el Archipiélago, donde se incrementó... ¡un 63,6%! Ante esto, es preciso no tropezar de nuevo con la falta de diálogo y tener altura de miras.

Los diputados canarios, sea cual sea su signo político, seguro defenderán, al menos a título particular, que Canarias quede exenta de la sanción impuesta por la Unión Europea a España por incumplir con el objetivo del déficit, tal y como defendió el presidente autonómico, el nacionalista Fernando Clavijo, en el pleno del pasado lunes, y se supone que con el respaldo de su socio de gobierno en las Islas, el Partido Socialista. Sería cuanto menos llamativo que el PSOE practicara un discurso en el Archipiélago y no defendiera los mismos criterios en el Congreso de los Diputados solo por no ocupar la bancada azul.

Es necesario alcanzar un mayor rendimiento con un menor esfuerzo. Esta semana hemos asistido al anuncio del segundo Plan de Salud, muy celebrado: han sido precisas tres legislaturas para que esté en vigor año y medio. La vicepresidenta prometió una nueva ley de servicios sociales 30 años después, pero sin recursos y el correspondiente diagnóstico. Otro ejemplo de la necesidad de optimizar la política: la polémica surgida con los quesos de "leche en polvo". Aun teniendo ayudas del REA, la leche fresca acaba en la basura, en detrimento del sector primario. El martes 26, el Gobierno canario tiene la oportunidad de salvar la ganadería local.