El fuego que tantas veces ha maltratado a Canarias reapareció esta semana con virulencia en La Palma. Pocas novedades se pueden aportar a una problemática que alcanza su máximo apogeo cada vez que las llamas se ceban con las Islas. Y es que no es la primera vez que desde este medio de comunicación denunciamos lo lejos que nos sentimos de la España continental cada vez que una catástrofe decide instalarse en el Archipiélago. Los recursos que existen en el puerto base son insuficientes para atender sucesos de esta magnitud y la capacidad de respuesta exige una coordinación que no siempre está al alcance de las peticiones de los canarios, que tienen que ver con rabia cómo se queman nuestros montes, mientras se organizan los recursos en otros puntos de la geografía nacional. Esa insularidad que los poetas canarios abordaron desde la soledad se acentúa cuando la ciudadanía clama por un aislamiento que en este caso se cobró la vida de una persona que no dudó a la hora de salir a combatir el fuego. Las leyes de la naturaleza escapan a cualquier control que quiera ejercer el ser humano, pero cuando se desata una catástrofe lo mínimo exigible en una sociedad moderna es contar con una capacidad de respuesta rápida, eficaz y contundente. Puede que la indefinición política que existe en el país aleje a los gobernantes de una realidad que está siendo especialmente cruel y devastadora con la isla de la Palma.

España no puede soportar unas terceras elecciones. Más allá de las preocupaciones que llegan desde tierras palmeras, la semana ha estado marcada por una nueva ronda de contactos entre Mariano Rajoy y los representantes de los partidos políticos que obtuvieron representación parlamentaria en las últimas elecciones generales. La riña de gatos sigue presidiendo los encuentros entre Rajoy y Pedro Sánchez, pero el no rotundo del dirigente socialista ha sido corregido en las últimas fechas por dos expresidentes del gobierno -Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero- que ven en unas terceras elecciones una seria amenaza a la democracia nacional y al PSOE. Albert Rivera, en cambio, ha dado señales de alineamiento con los populares por la vía de la abstención. Podemos, Unidos o desunidos con sus aliados de izquierda, sigue a lo suyo, es decir, reclamando una acción de progreso que a día de hoy es inviable. ¡Pónganse de acuerdo, esta situación de desgobierno comienza a ser muy preocupante!

Canarias supera los 14 millones de turistas. Hay índices que marcan una tendencia en positivo a la hora de hablar de una lenta y tímida recuperación económica -a pesar de que el porcentaje de parados y la desigualdad social en el Archipiélago sea una realidad más que palpable-, que en el caso del sector turístico va a posibilitar que el Archipiélago supere por primera vez la barrera de los 14 millones de turistas en un año. Las estadísticas apuntan a un balance histórico avalado por un primer semestre que ratifica que Canarias continúa siendo uno de los grandes reclamos turísticos de España.