El día 15 de este mes de agosto de 2016, como todos los años hace siglos, volvemos a celebrar tu llegada a Canarias, Virgen de Candelaria, en la que te han declarado Patrona de las siete islas.

Llegaste hasta ellas porque querías iluminar el mundo con tu presencia, tras la bendita y ruidosa estela de gaviotas, entre resplandecientes estrellas, atravesando los mares hasta la orilla de la playa, de un pueblecito costero del sur de Tenerife, al que pusieron tu santo nombre, y en el que sus antiguos pobladores eran de raza guanche, los que al verte se sorprendieron con tu deslumbrante belleza, a la cual se rindieron a tus pies en fervoroso recibimiento, ya tu querido hijo el niño Jesús.

Quien te escribe ese humilde pero sentido relato, mi querida madre me puso tu bello nombre, y soy Candelaria desde el primer día de mi nacimiento, el 2 de febrero de 1934, hace 82 años, fecha de tu onomástica, que la ha declarado la iglesia.

Mi amor es un frenesí hacia ti, Santísima Virgen de Candelaria, tanto que estuve vestida de tu hábito un año, y también le puse a una de mis hijas tu querido nombre, y también la vestí seis meses de tu hábito, por tus favores concedidos.

Bendita seas por siempre, madre de Dios.