La mayoría de los usuarios de la playa de Las Teresitas pasan por alto, en muchas ocasiones (las prisas), dedicar un tiempo a recorrer las calles de San Andrés, paseos, plazas recoletas (de la Iglesia y Las Adelfas), y entrar en contacto con algo que hoy, en el siglo XXI, es difícil hallar recorriendo la apacible avenida de Pedro Schwartz, aledaña al barranco del Cercado y Las Huertas, hoy con ruidosas y necesarias obras, tranquilidad que conduce a una ligera reflexión: cómo, en un lejano día, se permitió la construcción del denominado mamotreto (un formidable negocio encubierto), que interrumpe la visión espectacular que abarcaba, entonces, hasta el final de la ansiada y maltratada playa y su ladera.

Son horrorosos muros que, insultantemente, estorban aquella panorámica, es decir, el verde de la arboleda en comunión con el amarillo de la arena, la mar y siempre Las Teresitas presente esperando su desarrollo que la transforme en lo que los vecinos desean: un espacio de ocio totalmente renovado y remozado acorde con lo que hoy los usuarios (el pueblo) reclaman y demandan desde la década de los 60 del siglo pasado.

Y, según parece, todo podrá ser realidad con un ambicioso impulso generado en la Casa de los Dragos anunciado hace unos días. Evidentemente, se ignora cómo se pronunciará la Justicia a partir del 9 de septiembre y si sus conclusiones afectarán, o no, a lo ya expuesto en la nueva ordenación de Las Teresitas. Aquí no cabe ningún tipo de especulaciones, sino esperar, sin sobresaltos, lo que dictaminen los jueces (que deben estar hasta las narices, porque los jueces también tienen narices).

En lo que todos los ciudadanos están de acuerdo es que Las Teresitas no puede seguir ofreciendo el lamentable espectáculo actual. Vistas las atractivas infografías de lo diseñado, destacan los dos paseos que surgirán, uno junto a los quioscos (problemas) y el otro más cercano a la arena; un parque que se construirá desde el principio al final de la playa y cuyo destino será el ocio y el deporte (que no se olvide su mantenimiento); el acceso de los vehículos se podrá realizar de forma soterrada (problemas) y en superficie; el alcalde insistió en el carácter público de toda la playa, incluidos los previstos 1.200 aparcamientos gratuitos, pero soslayando los que se crearían en Infobox; un centro comercial (problemas); la playa ganará más de 11.000 metros cuadrados de arena; nueva iluminación y saneamiento; un hotel (problemas) que se ubicará en una parcela propiedad del Ayuntamiento situada donde antes estaba la batería militar, cuya explotación redundará en las arcas municipales (problemas)... En fin, el objetivo es que el impulso-ordenación de Las Teresitas comience a finales de 2018 o principios de 2019. "¡Cuán largo me lo fiais, amigo Bermúdez!".

Bien. El documento dado a conocer hace unos días es, indudablemente, fruto de un arduo trabajo de un buen equipo. Pero, como en todo, existen matizaciones. La infografía que contempla la entrada a San Andrés prevé, al llegar al castillo, una curva hacia arriba que llegará hasta un nuevo puente que conducirá a una rotonda que distribuirá el tráfico hacia la playa, hacia el pueblo, hacia el Suculum, hacia Igueste de San Andrés, hacia Taganana y... ¿hacia los aparcamientos del nuevo hotel? (Problemas). Este tema no se abordó. ¿Por qué la avenida de entrada no se prolongó en línea recta hasta la playa sobre el puente ya construido y en su lugar se prefirió colocar un puentito peatonal en tecnicolor? El alcalde manifestó hace un tiempo que el acceso se haría directo entre la Cofradía de Pescadores (problemas) y el parque a ras que surgiría donde todavía se levanta el mamotreto de Perrault (recientes problemas).

El gran inconveniente y preocupación de los vecinos del pueblo es, sin duda, el caos automovilístico que ya se origina sin comenzarse el Plan Especial de Ordenación. Y es que la rotondita que existe a la entrada del pueblo se ha convertido en ejemplo de lo que se llama "cuello de botella". ¿Se ha tenido en cuenta este enlace de comunicación? Si el tráfico no es fluido de nada sirve el documento presentado. Tampoco se contemplan los 20.000 nuevos vecinos y coches previstos para dentro de nada. Pero está la tenacidad del alcalde, José Manuel Bermúdez, que ha sido capaz de rehabilitar la rambla de Las Tinajas y llamar la atención a los propietarios de la Plaza de Toros para que, al menos, se gasten unos dineros en pintarla. Confiemos en que los posibles conflictos disminuyan o desaparezcan.