De las diferentes actividades culturales que con motivo de las Fiestas del Cristo de La Laguna se celebran en el mes de septiembre, la Fiesta del Arte que organiza el Ateneo de la ciudad es, sin lugar a dudas, una de sus más destacadas.

Este año, tuvo lugar en el teatro Leal, con la intervención del filósofo Javier Sádaba y el concierto de la pianista inglesa afincada desde hace tiempo en Tenerife Sophia Unsworth. Colabora habitualmente con la Orquesta Sinfónica de Tenerife y dio un maravilloso concierto interpretando partes de obras de Bach, Brahms, Schubert, Debussy y Froberger con la que Unsworth, miembro de la Real Academia Canaria de Bellas Artes, demostró, una vez más, su dominio del piano.

Javier Sádaba, catedrático emérito de Ética de la Universidad Autónoma de Madrid, pronunció la magnífica conferencia "¿Por qué hay que saber de Ética?". Tenía muchas ganas de oír a Javier Sádaba. Su libro "Saber vivir" se convirtió en los años ochenta en un best-seller. Curiosamente, un profesor de Filosofía en la lista de libros más vendidos de España, durante varias semanas.

El título del libro, efectivamente, inducía a comprarlo. "Saber vivir", qué querrá decirme, pensé. Qué actividades sociales, culturales, vivenciales, tendrán las páginas del libro con nombre tan llamativo que desconozco y debería conocer. Compré el libro y, desde luego, disfruté inmensamente con él. No era filosofía, y menos filosofía pura. Explicaba en sus páginas lo que podemos -y también no debemos- hacer para ser felices.

Y algo parecido relató en la conferencia del Ateneo de La Laguna. Citó a numerosos filósofos, desde Ortega y Gasset (una frase suya "nadie tiene la obligación de ser un héroe, pero todos tenemos la obligación de no ser cobardes"), Wittgenstein -cuya obra analizó detalladamente en su tesis doctoral-, Hobbes, Kant, Habermas, Bertrand Russell...

Sádaba indicó también que, a veces, pensamos que ciertas actitudes son democráticas, y no lo son. Como ejemplo citó que en los medios de comunicación españoles el 100% de las opiniones han sido contrarias al "brexit" británico, y no ha habido ni una sola opinión a favor que haya sido publicada. Y cuando preguntó a la numerosa audiencia si había que mentir, nos dejó claro que a veces sí, por causas solidarias, o para salvar de la muerte a alguien (si nos preguntan si acabamos de ver a unos niños que alguien quiere matar, lógicamente diremos que no los hemos visto, apostilló).

El filósofo mencionó también que debemos rebelarnos cuando conozcamos injusticias, y que es bueno manifestarse ante causas justas no sólo mediante opiniones escritas sino también en la calle.

La conferencia transcurrió con un lenguaje pausado, tranquilo, amigable. Criticó, eso sí, la cada vez más irritada sociedad española. Ya no hablamos para intentar convencer con nuestros argumentos el de los demás (ateo vs. agnóstico vs. creyente; líderes de los partidos políticos) sino que gritamos, insultamos, sin dar argumentos.

Esta opinión me hizo recordar porqué es bueno dudar. Pero no dudar porque sí. Sino dudar hasta que tengamos información contrastada, segundas y terceras referencias. Datos más objetivos. Cifras concretas. Hechos contrastados.

Hay que ponerse además en el lugar del otro. No sólo para rechazar su opinión, que primitivamente creemos que es errónea, sino para conocer su punto de vista. Su reflexión, su intuición, sus razonamientos.

Dudar, para acertar. Dudar, para no dar como un relámpago nuestra opinión. Dudar, para mejorar la convivencia. Dudar, para apreciar al otro. Dudar, para, en definitiva, mejorar entre todos.

Muy tierna fue la relación que Sádaba manifestó tener con su nieto de pocos años, con el que habla continuamente. La sociabilidad, la educación no sólo se aprende en el colegio, sino en el día a día con todos.

Sádaba también manifestó que no hay superioridad entre los seres humanos. Si hablamos de un dato demostrativo tal vez sí la hay: por ejemplo, cuando una determinada persona resuelve un problema matemático que otra no es capaz de lograrlo. Pero el sentirnos -o creernos- superiores a otras personas de otros países, otras religiones, otros pensamientos es totalmente absurdo. La Antropología nos lo demuestra, o debería demostrárnoslo día a día.

Javier Sádaba autor del "Diccionario de Ética", el único escrito por una sola persona en España. Filosofía de éxito, en los años ochenta del siglo pasado y en el segundo decenio del siglo XXI transmitió sabiduría y reflexión.

Una joya.

* Presidente de TuSantaCruz