El vínculo entre Canarias y la Astrofísica es innegablemente fuerte y estable. Si bien fue la privilegiada orografía de nuestras islas lo que atrajo en un principio a audaces científicos que se atrevieron a comprobar y defender la calidad de nuestro cielo, el gran desarrollo y éxito de la ciencia hecha en Canarias tiene mucho que agradecer a la hospitalidad y apoyo de sus gentes. Afortunadamente, el favor es recíproco: la presencia de los observatorios del Teide en Tenerife y del Roque de los Muchachos en La Palma, así como del Instituto de Astrofísica de Canarias, nos ha incitado a interesarnos por los espectáculos que nos regala el Universo y que podemos disfrutar desde nuestras cumbres, playas y, en ciertas ocasiones, incluso desde casa. Lluvias de estrellas en verano e invierno, eclipses que enrojecen la Luna, Venus que pasa delante del Sol, rojo Marte, Luna que luce excesivamente grande sobre el horizonte, Saturno y Júpiter muy cerca uno del otro, un cometa que transita el cielo. Los más bellos eventos astronómicos ya no nos son ajenos. La Astronomía es marca cultural de Canarias y estamos orgullosos de ello.

Sin embargo, la investigación actual en Astrofísica, en la mayoría de las ocasiones, no tiene mucho que ver con estos fenómenos astronómicos populares que podemos prever y cuyas causas ya entendemos. Es muy posible que alguna vez se hayan preguntado "qué hacen los astrofísicos en realidad", a qué dedican su jornada. No es a pasear mirando al cielo con aire ausente. La respuesta general es "intentar entender cómo se formó el Universo y qué le ocurrirá". Respuesta vaga y compleja a la vez: resulta increíble pensar que, pese a todos los avances y todos los años de estudio, aún no entendemos bien las leyes físicas que rigen el Universo. Este engloba todas las escalas espaciales y temporales: desde lo más pequeño hasta lo más grande, desde lo más viejo hasta lo más reciente. Para conseguir ese objetivo de "entenderlo todo", los científicos necesitamos especializarnos más y más. Disponemos de una cantidad de información tal que nos es imposible retener todos los detalles. Es por ello que la investigación hoy en día se organiza en varias ramas. Mientras algunos astrofísicos estudian la estrella más cercana, nuestro Sol (Física Solar), otros analizan la estructura a gran escala, donde galaxias como nuestra propia Vía Láctea contribuyen mínimamente a la red de materia brillante que se encuentra inmersa en un gran espacio vacío (Cosmología). En medio hay toda una gama de especializaciones: la Física Estelar, que estudia la vida de los diferentes tipos de estrellas; la Física Galáctica, enfocada a la Vía Láctea; la Física del Medio Interestelar, dedicada al gas y polvo que hay entre las estrellas de una galaxia; la Física Extragaláctica, que analiza la formación y evolución de otras galaxias. Sin olvidar a los científicos que estudian los planetas y cuerpos de nuestro Sistema Solar, y a aquellos que buscan planetas más lejanos orbitando otras estrellas que no son el Sol. Necesitamos colocar cada pieza del gran puzle del Universo para revelar la imagen fundamental: la historia de la materia y la vida desde el Big-Bang hasta el futuro lejano.

Pregunta: y en la práctica, ¿cómo estudian el Sol, las estrellas o las galaxias? Respuesta: con ordenadores. Al contrario que la Biología o la Química, no podemos meter nuestros objetos de estudio en el laboratorio, pero somos capaces de diseccionarlos en nuestros ordenadores, bien a través de datos tomados con telescopios, bien con simulaciones numéricas. Así pues, añadimos otro grado de especialización y nos autodenominamos "observacionales", cuando somos expertos en procesar y analizar datos provenientes de telescopios para extraer toda la información posible sobre aquello que estudiamos, o "teóricos", cuando usamos Matemáticas y Física para intentar reproducir en nuestros ordenadores lo que ocurre ahí fuera.

El alto nivel de especialización implica que nadie mejor que un investigador para explicar lo que hace en su vida diaria. ¿Qué estoy investigando ahora? ¿Cómo? ¿Por qué? Canarias, gracias a ese vínculo antes mencionado, es fuente inagotable de estudiantes de Física y Matemáticas que deciden continuar sus estudios en Astrofísica. Los canarios son excelentes investigadores que demuestran continuamente su valía aquí y en otros lugares del mundo a donde les ha llevado su elección personal o, en la mayoría de los casos, las condiciones laborales. Por su parte, Canarias es un referente internacional en investigación astrofísica que atrae a científicos de todo el planeta. Gaveta de Astrofísica ofrece, cada dos semanas, respuestas a la pregunta "qué hacen los astrofísicos en realidad". Es el día a día de científicos vinculados a Canarias narrado por ellos mismos: sus conocimientos, su motivación, sus descubrimientos y su relevancia a nivel internacional. Ciencia puntera hecha en Canarias o por canarios en todo el mundo.

Adriana de Lorenzo-Cáceres Rodríguez nació en Santa Cruz de Tenerife y es licenciada en Física por la Universidad de La Laguna. Tras realizar un proyecto de investigación en el Instituto de Astrofísica de Canarias para obtener el título de Doctora en Astrofísica por la Universidad de La Laguna, trabajó como investigadora postdoctoral en la Universidad de St Andrews (Escocia) y en la Universidad de Granada. Actualmente reside en Ciudad de México, donde continúa su investigación observacional sobre formación y evolución de galaxias en la Universidad Nacional Autónoma.