Cuentan en el entorno de Presidencia de Gobierno que uno de los primeros tirones de oreja que tuvo que dar Fernando Clavijo, tras asumir la Jefatura del Ejecutivo, fue al consejero de Sanidad, Jesús Morera, debido a la facilidad con la que este anunciaba nuevas medidas en su departamento sin pararse a pensar que cada una de ellas llevaba aparejada una significativa cantidad de euros que no tenía. Visto lo visto, la llamada de atención del presidente no tuvo el resultado esperado y prueba de ello es que ahora el Gobierno se encuentra sumido en una crisis, de incierto resultado, debido a los desmanes presupuestarios del citado consejero. Anécdotas aparte, lo cierto es que la situación en la que se encuentra ahora mismo la sanidad canaria precisa de un poco de cordura, pues si bien es verdad que viene sufriendo un grave problema de financiación desde hace ya tiempo, también lo es que la gestión de los recursos disponibles es claramente mejorable. Prueba de ello son las razones que se han expuesto en la última semana para justificar los desvíos del gasto e incluso las medidas planteadas para controlarlo. Mientras el gerente de uno de los dos grandes centros hospitalarios de Tenerife proponía el cierre de camas, el director del Servicio Canario de la Salud, Roberto Moreno, achacaba los excesos a los desembolsos en fármacos y al aumento de las vacaciones del personal. A su juicio, eso sí, por culpa de los incumplimientos y órdenes del Ejecutivo de Rajoy. Habrá que esperar a la reunión convocada por el propio Clavijo en los próximos días para conocer realmente qué está pasando y por qué, pese a destinar más dinero a esta materia, la atención sanitaria, según palabras del presidente del Gobierno canario, se ha deteriorado.

El anuncio efectuado este viernes por la consejera canaria de Hacienda, Rosa Dávila, de que muy posiblemente se vea obligada a adelantar el cierre del presupuesto de este año, con el fin de evitar desequilibrios entre los ingresos y gastos de las cuentas de la Comunidad, no es fruto de la casualidad, sino de la interinidad del Ejecutivo central, que empieza a pasar factura a los españoles. Ya en otras ocasiones EL DÍA ha hecho hincapié en la importancia de que este país tenga un Gobierno con todas sus prerrogativas, pues no se puede permitir que continúe en funciones después de ocho meses y las decisiones que urge adoptar sigan pendientes de que los responsables de los grandes partidos dejen de mirarse al ombligo. Las autoridades de la Unión Europea ya han advertido de que su confianza tiene un límite que España está a punto de sobrepasar. De momento, Canarias corre el riesgo de quedarse sin ingresar 400 millones de euros, lo que supondrá tener que meter la tijera en algunas inversiones previstas.

El curso escolar se inició esta semana sin grandes problemas que destacar y con la incertidumbre de qué va a pasar con la polémica reválida. Otra consecuencia de seguir con un Gobierno en funciones y unas Cortes a medio gas. Habrá que confiar en que el periodo lectivo se desarrolle sin grandes sobresaltos.