En Tacoronte, septiembre es un mes diferente, especial, cargado de recuerdos. La celebración de nuestras fiestas en torno a la imagen del Santísimo Cristo de los Dolores hace que la ciudad ofrezca sus días de máximo esplendor. Septiembre es una manera de vivir el municipio diferente, cargado de emoción y recuerdos. Durante estos días, confluye en sus calles un sentir diferente al resto del año, se desarrollan actos de toda índole en torno a un programa de fiestas en honor a nuestro Cristo. Son días de fervor religioso, y también de una intensa vida social en sus calles, donde los vecinos participan activamente en sus actos lúdicos y culturales.

Se da la circunstancia de que septiembre es el mes donde se cosecha el vino, muy vinculado a la imagen de Tacoronte y que por tal motivo dio nombre a la DO Tacoronte-Acentejo, pionera y reconocida en el mundo de la viticultura desde hace muchos años.

Con el primer domingo del mes de septiembre celebramos el comienzo de nuestras Fiestas del Cristo con un acto cargado de emotividad e historia en torno a la lectura del pregón, con la posterior degustación del vino y el turrón de Tacoronte, otro de los productos típicos del municipio, que llevan el nombre de este allí por donde van.

El cierre de fiestas coincidiendo con la octava del Cristo hace grande este nuestro día. Desde las primeras horas de la mañana se respira un aire diferente que nos hace sentir una fecha para el recuerdo de los tacoronteros. La plaza del Cristo y su entorno se viste de gala para recibir a miles de personas procedentes de diferentes rincones del archipiélago; desde primera hora el entorno de la plaza y el convento se convierten en un deambular de visitantes de la isla y de fuera de ella.

Con el tradicional pasacalle de la Banda de Güímar da comienzo el traslado al pendón desde el Ayuntamiento hasta el Santuario del Cristo, acompañado de representantes políticos y militares, para cerrar la comitiva con nuestra banda Santa Cecilia. Tras la ceremonia religiosa se procesiona la venerada imagen, un Cristo abrazado a la cruz que recorre las calles cargado a hombros por una treintena de hombres y mujeres, algunos descalzos, flanqueado por la Hermandad y personas que dan cumplimiento a sus promesas en forma de velas encendidas, todo ello ante la atenta mirada de los visitantes y a la voz de "viva el Cristo de Tacoronte" que se repite en muchas ocasiones durante el recorrido.

La oferta cultural hace de este día una visita obligada a la Casa de la Cultura, de singular belleza y cargada de gran valor patrimonial, así como las exposiciones que durante todo el mes se encuentran en sus salas, la feria de artesanía, los pinchos, las tapas acompañado todo ello del buen vino de nuestra tierra que ofrecen los ventorrillos, que, llenos de vida y al compás de las parrandas, hacen de este día una incomparable oferta cultural y gastronómica para visitantes y peregrinos llegados desde tempranas horas.

En este día, Tacoronte luce sus mejores galas para recibir a los cientos de visitantes, agasajarlos con lo mejor de nuestra tierra, de nuestro pueblo, la cultura, la tradición, la gastronomía, los recuerdos de la niñez, un día para el recuerdo que hace anhelar el septiembre del próximo año y que despedimos con "nos vemos en la octava del Cristo".

*Concejal y portavoz del Grupo Municipal Socialista