Nadie debería creer que por sacar un título tiene derecho a un puesto de trabajo, que, una vez conseguido, ya no tendrá que volver a estudiar y ponerse al día, ni que los puestos de trabajo durarán para toda la vida.

Preocupado por ello, la Comisión Europea está empeñada en mejorar las competencias de la formación profesional y universitaria, modernizando los estudios, actualizando la cualificación, mejorando el intercambio de conocimientos, promoviendo la capacidad de emprendimiento y el aumento de la experiencia empresarial práctica antes de terminar sus estudios.

No debemos olvidar que las relaciones ente el mundo del trabajo, el de la educación y la formación proporcionarán mayores oportunidades en el mercado laboral.

Para ello deberíamos observar con detenimiento el modelo vasco de formación dual, no para copiarlo, sino para analizarlo y adaptarlo a la estructura empresarial y educativa de las Islas, donde las estadísticas arrojan que el 44% de las empresas que quieren contratar nuevo personal tienen alguna dificultad para encontrar profesionales debido a la falta de formación y especialización, carencia de experiencia para el puesto y falta de actitud por parte del posible trabajador, y la formación profesional dual está dando excelentes resultados, esperando para el año 2020 7.000 estudiantes formándose bajo planes reglados en 5.000 empresas.

Es un plan sencillo que consiste en recuperar la figura del aprendiz, lo cual tiene un alto coste para las empresas pero que mejora la posibilidad para que en la mayoría de los casos se convierta en un trabajador de la propia empresa.

Para ello hay que preparar tutores, profesores y estructura formativa para las empresas, pues las dos claves para que funcione es que haya recursos para sufragar estos sobrecostes y que funcione la pareja aprendiz/tutor, pues cuando un trabajador se incorpora a una empresa no es totalmente productivo y necesita un tiempo de adaptación y aprendizaje, y conocerse los jóvenes en formación dual y las empresas permite una colocación más rápida.

Luego deberíamos trabajar en la mejora de la normativa laboral para adaptar un sistema similar para los estudios universitarios, pues, en la actualidad, no se permiten este tipo de contratos de aprendizaje.

Para ello la comunidad universitaria debe acercarse un poco más al mercado laboral y del emprendimiento para ir de la mano con los empresarios al Gobierno autónomo para organizar un acceso rápido y adecuado para el empleo.