La mejor sociedad posible es aquella que hace compatible la excelencia con la solidaridad. La vida no es una competición donde los mejores, los más rápidos y mejor dotados son los que llegan primero a la meta, sino un viaje en el que todos debemos arribar al destino de la felicidad. Por eso no rige la ley de la selva, la supervivencia de los más fuertes, sino un conjunto de normas que intentan asegurar -a veces mejor, a veces peor- que todos tengamos las mismas oportunidades.

He dicho ya en muchas ocasiones que el principal patrimonio de un pueblo es su talento. Con inteligencia y perseverancia se pueden superar todos los obstáculos. Hay países muy ricos que viven en situaciones de extrema pobreza por la penuria mental de sus dirigentes, por la corrupción, la falta de libertades y el populismo gobernante. Y existen otros, peor dotados de riquezas naturales, que ofrecen datos pasmosos de calidad de vida y renta per cápita.

Uno de los mejores activos de un país son sus jóvenes. Porque ellos representan el mañana. Son el potencial, que marca la diferencia y el valor de referencia del progreso. Y tal vez nos esté pasando desapercibido el enorme caudal de talento que tenemos en esta isla de Tenerife en el ámbito de las actividades deportivas, que son un buen termómetro para medir la capacidad de nuestros jóvenes para competir y romper sus propios límites.

Hace pocos días regresaron de Jordania dos jóvenes tinerfeñas del Granadilla Egatesa -Noelia y Natalia Ramos- que participaron en el Mundial de Fútbol Femenino. Dos chicas con talento que juegan en la selección española, que rompen las fronteras de la Isla, que viajan y abren los ojos a un mundo enorme y plural. Son dos ejemplos perfectos de una nueva juventud que hace compatibles los estudios y el deporte de competición. Ellas han demostrado que desde una Isla se puede proyectar hacia el exterior un talento para el que no existen handicaps geográficos, ni de lejanía ni de insularidad. Porque el talento no sabe de fronteras.

Mucha gente conoce ya a nuestros jóvenes valores. A los deportistas olímpicos y paralímpicos encabezados por nuestros medallistas en Río, Sergio Rodríguez, Michelle Alonso e Israel Oliver. O al tinerfeño Guillermo Miquel Hernández, uno de los mejores valores de la natación española, que está entrenando ahora en Madrid, en un centro de alto rendimiento en Madrid (y cursando estudios en el INEF) preparándose para las Olimpiadas JJPP de Tokio de 2020.

Tenemos equipos como la UD Tacuense, que logró el ascenso a la Primera División Femenina de fútbol o el CV Fígaro Peluqueros Haris, con su reciente Supercopa. Tenemos la suerte de contar con Jorge Gutiérrez (Policía Local de Santa Cruz de Tenerife) campeón de España en la modalidad de tiro policial y Eduardo de Cobos, campeón de Europa. Y con la campeona de España de bikini fitness, Tayri Rodríguez o con el púgil tinerfeño Cristian Rodríguez, campeón de España del peso supergallo. Nuestros deportistas con discapacidad también son un ejemplo a seguir y ahí tenemos al Dispacint, que se proclamó campeón de España de fútbol sala (primera categoría) hace unas semanas o la AD Tensalus, con numerosas medallas en el Campeonato de España de Natación.

El Cabildo de Tenerife quiere reconocer y hacer reconocer el trabajo de nuestros jóvenes deportistas. Por eso, en este mes de noviembre, celebraremos un acto de reconocimiento en el que quiero transmitir la gratitud del Cabildo hacia estos grandes valores de nuestra sociedad, ejemplo para muchos otros que seguirán su ejemplo.

El apoyo al deporte base y la inversión en infraestructuras deportivas son los dos pilares básicos del presupuesto del área de Deportes del Cabildo de Tenerife para 2016, que asciende a 11,7 millones de euros. De esa cifra, destinaremos unos 2,6 millones al deporte base y algo más de medio millón de euros para la élite en programas como los Juegos Cabildo, en los que participan más de 12.500 niñas y niños; Deporte Joven y Lo Nuestro en tu Centro, en el que intervienen unos 3.000 escolares. También incluimos las subvenciones a la cantera y los convenios con las Federaciones Tinerfeñas de Fútbol y Baloncesto, de los que se benefician más de 20.000 jóvenes.

Esto no es solo una apuesta por una juventud más sana. Tiene otros objetivos. Es una apuesta por fomentar los valores del deporte de competición: la superación y el esfuerzo. Es una apuesta por una sociedad mejor que tiene su repercusión en las actividades profesionales. Cuando se establece una cultura de colaboración, de equipo, de lealtad y de trabajo bien hecho, se están poniendo las mejores bases para una sociedad mejor. La sociedad que queremos para Tenerife. Eso es lo que también queremos lograr con Tenerife 2030, una estrategia pensada y diseñada para quienes conformarán en ese horizonte temporal la Isla Futura que estamos preparando.

Es ese el espíritu que queremos llevar en Tenerife hacia el área del emprendimiento, de la creación de empresas, de la formación profesional la universitaria, de la competencia en idiomas... Es el espíritu que deseamos trasladar a nuestros jóvenes profesionales del mañana: podemos ser tan buenos como los mejores, sólo es cuestión de proponérnoslo. Con talento y con esfuerzo nada es imposible.

*Presidente del Cabildo de Tenerife