Hace unos días, el Gobierno de Canarias informaba de que la compañía aérea Ceiba Intercontinental, de bandera de Guinea Ecuatorial, ha reiterado la petición hecha, desde 2013, al Ministerio de Fomento y Aviación Civil, para operar en Canarias, bajo el régimen de Quinta Libertad, en la ruta Dakar-Gran Canaria, con extensiones a Malabo.

No hay duda de que la conectividad aérea contribuye al desarrollo económico y a la competitividad del Archipiélago. Es fundamental para el turismo, nuestro mayor motor económico, y un elemento determinante para la consecución de una mayor internacionalización de la economía, que favorece la implantación en Canarias de empresas que utilicen las islas como base y plataforma hacia África Occidental, así como ayuda a empresas y profesionales canarios en la promoción y venta de sus productos y servicios en el mercado internacional.

Canarias necesita explorar todas las opciones que incrementen la conectividad con África, Europa y EEUU, y es, en este punto, donde cobra un importante papel la Quinta Libertad para potenciar nuestro papel como centro de distribución de tráfico aéreo entre los tres continentes.

La Quinta Libertad permite vuelos de escala o la creación de "hubs" internacionales, facilitando el movimiento de tráfico entre países o continentes. Tiene, a su vez, un reconocimiento legal en la Ley 19/1994, de 6 de julio, de modificación del Régimen Económico y Fiscal de Canarias y en la Ley 2/2011, de 4 de marzo, de Economía Sostenible. No obstante, en la práctica, no se está aplicando con la dimensión deseada porque tiene un carácter limitado y se otorga siempre bajo el principio de reciprocidad, por lo que sería conveniente una declaración genérica para nuestros aeropuertos.

Este es uno de los desafíos más importantes para Canarias en materia de transportes: propiciar la conectividad exterior al tiempo que se impulse la condición de Canarias como plataforma logística intercontinental.

Miles de aviones sobrevuelan nuestro espacio aéreo cada día, van de Latinoamérica a Europa, de América a África y viceversa. Y poco sentido tiene que sigan yendo por Ámsterdam, París o Madrid, cuando esos aviones podrían aterrizar en Canarias y generar negocio y riqueza en las islas.

Para dinamizar la conectividad del Archipiélago es preciso buscar compañías que quieran operar en este régimen. Para ello necesitamos aeropuertos competitivos que no requieran de complejas autorizaciones y ofrecer seguridad a las compañías de que sus peticiones van a ser aceptadas.

Esto sería posible si el Gobierno de España estableciera unos trámites sencillos y resolviera con agilidad las solicitudes de cualquier compañía aérea, autorizándolas para aterrizar en Canarias, recoger mercancía y pasajeros o descargarlos y poder continuar su ruta. La competitividad de nuestros aeropuertos mejoraría además con medidas como la reducción de las tasas aeroportuarias y la gestión por parte de Canarias de sus propios aeropuertos. Ambas medidas son reivindicaciones de los nacionalistas canarios.

Acceder a las autorizaciones y agilizar los trámites no le suponen al Gobierno de España ningún esfuerzo económico ni ninguna inversión.

No hay por tanto excusas para privar a Canarias de la oportunidad de establecer nuevas relaciones económicas con América, Europa y África ni para desaprovechar la renta de situación geoestratégica para la creación de un "hub" logístico.

Por todas estas razones esperamos que se favorezca por el Gobierno de España la plena aplicación práctica y efectiva de la Quinta Libertad para nuestros aeropuertos. Un primer paso puede ser la concesión de la autorización a la compañía aérea ecuatoguineana Ceiba Intercontinental.

*Diputada regional del Grupo Nacionalista Canario

@socorrobeato