Unos viejitos de Güímar se han ido a ver "Sálvame" y cuatro indocumentados han puesto a su alcaldesa a caer de un burro. Y qué quieren que les diga, a mí este asunto me parece fantástico. Tal y como están las cosas en estas islas, bien merece la pena irse a echar unas risas con Jorge Javier Vázquez o Carlota Corredera, que sin conocerla me parece una tía fantástica. A mucho cultureta parece que le hubiese gustado meter a estos vecinos en no se sabe qué ruta estrictamente intelectual, que sin duda hubiera sumido a los viejitos en una depresión absoluta o en una catarsis anímica. Imagínense a todos esos pobres vecinos de museo en museo y de lipotimia en lipotimia. Los güimareros están encantados con el viaje.

Lo peor es que las críticas parten desde el desconocimiento total de un viaje, organizado por el municipio y una agencia, que lleva de excursión a 47 personas que se pagan sus pasajes y donde cada uno elige si apuntarse o no. El Museo del Prado, La Almudena, Segovia o "El Rey León"; El Escorial, el Valle de los Caídos, Toledo y el show de los Morancos son algunas de las actividades de esta entusiasta tropa. No me extraña que pongan a Castro a los pies de los caballos, el desafío de su alcaldesa a los poderes establecidos en la idoneidad de estos viajes ha logrado poner al municipio en cotas de conocimiento nunca antes imaginadas. Y de ahí le viene la tos al gato.

@JC_Alberto