Tierra trabajo y capital han sido siempre los factores de producción para la economía, con sus rentas, salarios y ganancias, que una empresa o una persona utiliza para crear y producir bienes y servicios. Pero en la actualidad se ha sumado un cuarto factor de producción: el Estado.

Es imposible dejar de considerar este factor para conseguir los objetivos de viabilidad, progreso y empleo de la sociedad.

Con el arbitraje, concesión de subvenciones, aprobación y denegación de incentivos, su capacidad legislativa, entramado burocrático o inversiones públicas estratégicas son la llave para cualquier proyecto e intervienen de manera directa en su puesta en marcha y en sus opciones de futuro, como también su aportación al PIB les hace imprescindibles para crecer.

Otra cosa es que es el único factor que no es eficiente se endeuda en exceso y gasta sin criterio racional, por lo que su efecto se mitiga por la falta de decisiones orientadas a la rentabilidad social sin tener que gastar más de lo necesario.

Se hace necesario cuestionarse el motivo por el que no se cambia el hábito de gastar todo por el de gastar mejor. Tal vez no se crea lo suficiente en gestionar de manera distinta hasta que se agoten los recursos.

Mientras tanto, el sector privado sigue apostando en silencio por la destrucción creativa de sus factores para que sigan siendo eficientes y competitivos, pues nadie vendrá a salvar a las empresas cuando lo necesiten.

En cualquier caso: feliz Navidad. De corazón deseo progreso y bienestar a todos los canarios.

pedroa@ceoe-tenerife.com