Nunca es nuestra intención valorar intereses y circunstancias políticas, siempre y cuando no afecten a la sanidad de nuestras islas, pero los recientes acontecimientos nos obligan.

La sanidad canaria ha estado sometida, desde las transferencias, a una serie de acontecimientos políticos que no la han dejado desarrollarse adecuada y equilibradamente.

Esto ha afectado a todas las Islas, pero la novedosa, aunque teórica organización de infraestructuras en la isla de Tenerife, y el poco interés político para ponerla en marcha, han sido las causas de que esta isla se haya visto particularmente perjudicada.

Tenerife en su momento optó por una infraestructura hospitalaria descentralizada, y para esto se planificaron hospitales en el norte y sur de la isla, intentando de esta manera acercar la atención a los ciudadanos.

Por otro lado, al disponer de una red de centros de salud más desarrollada, las inversiones de Atención Primaria fueron a otras islas, por aquello del equilibrio inversor, dándose un resultado actual totalmente insatisfactorio, ya que algunos de esos centros de salud están a medio terminar y otros infradotados y con graves deficiencias, cuando no, alguno sigue en el plano de papel.

Pasando al capítulo de la calidad en la atención sanitaria. La cantidad de médicos temporales sin plaza fija son más del 40% de la plantilla, si a esto sumamos la sobrecarga de pacientes en las consultas, dan como resultado una clara pérdida de calidad asistencial.

Estamos ahora ante un nuevo cambio de los responsables sanitarios de nuestro Gobierno autonómico y asaltan las dudas. Los nuevos responsables van a tener los conocimientos y la voluntad política suficiente para continuar una labor que parecía que se había puesto en marcha: hospitales de atención sanitaria en el norte y sur, ampliación de personal e infraestructuras de los servicios de urgencias, terminación de las obras de los centros de salud, reconversión de los puestos eventuales en interinos, nuevas oposiciones, nuevas medidas para disminuir las listas de espera, etc.

Va a faltar tiempo en esta legislatura para estas iniciativas, y no podemos dar margen para que los nuevos responsables aprendan. Por otro lado, continuar con la rutina mientras avanzan otras CC.AA. no hará más que hundir más nuestro nivel, ya de por sí muy poco boyante.

El partido gobernante afirmaba antes de las elecciones que la Sanidad iba a ser prioritaria, y lo que estábamos viendo nos daba esperanzas, ¿qué pasará ahora? ¿Es de verdad importante la sanidad para nuestros políticos?

Los profesionales sanitarios hemos cargado en nuestras espaldas las consecuencias de la crisis económica, intentando mantener una sanidad digna, pero todo tiene un límite, y si no vemos interés en los políticos para solucionar los temas indicados y otros, estamos dispuestos a decir ¡basta ya!

*Presidente del Colegio de Médicos de Santa Cruz de Tenerife