Años oyendo la famosa frase de "la cuesta de enero" y no aprendemos. Llegó el final de las fiestas, agotados física y emocionalmente, empezamos la cuenta atrás a veintitantos días de dieta estricta, ya no solo alimenticia, sino sobre todo económica. Es el momento de los arrepentimientos, de enfrentarnos a lo que por impulsividad no pudimos resistir. Ahora, al ver lo que debemos afrontar, se nos hace un nudo en el estómago y pensamos, ¿cómo lo voy a hacer? De la felicidad de los días pasados caemos de bruces a la irritabilidad y el malestar interno que produce no tener "ni para pipas". Entonces, ¿cómo vivimos, durante algo más de tres semanas, en el más absoluto régimen económico sin que nos afecte a nuestra vida emocional?, ¿cómo sobrevivir y salir indemnes?

Aquí no se va a hablar de cómo ahorrar durante un mes; los consejos sobre economizar en luz, en agua, en gasolina, en la compra del supermercado, están más que aprendidos y escuchados. ¿Explicar cómo saber comprar en las rebajas? Si no reservaste una cantidad para ello, no salgas a la calle o guarda la tarjeta de crédito; si no lo tienes, es porque no te controlaste, mejor no te expongas. Tampoco se darán consejos de cómo financiar tus compras, ni gestionar los gastos de tarjetas o llegar a pedir dinero extra en créditos rápidos. Al fin y al cabo, es alargar o aumentar la deuda, salvo una verdadera emergencia, mejor no coger las opciones fáciles.

21 días "reprimido"

¿Cómo se vive y se convive así?

Miras tu cartera y quedan unos euros para pasar estos días, gestionarlos hasta el último día es complicado. El malhumor y la frustración te consumen, has pasado de "pasar" de todo e intentar divertirte riéndote y gastando, a no poder hacer nada de lo que llevas haciendo los últimos quince días.

Vamos de un extremo a otro en un solo día, el cambio es muy abrupto. Comerás pasta o potajes y cenarás bocatas, beberás agua, dejarás de fumar, no irás al gimnasio para ahorrarte la cuota, te propones ir más a caminar o a correr en la calle, ya verás si lo harás. Sólo con esto que se menciona nuestro cuerpo sufrirá un alto estrés, no descargamos la tensión acumulada y mantenemos unos niveles altos de malestar físico y mental. Como para no saltar a la mínima, ¿no?

Pero no todo está perdido...

¿Sabías que el sexo ayuda a combatir la cuesta de enero? Sus beneficios son increíbles. La liberación de endorfinas, produciendo relajación física y emocional, nos regala una sensación de bienestar. Te une más a tu pareja, si la tienes, o te autosatisface si no la tienes, ¡es gratis!

Lo puedes hacer todos los días, te pone en forma, reduce la ansiedad, e induce al descanso si se practica en momentos previos a dormir. He aquí una solución rápida y sencilla. ¿Qué te parece?

Seguro que comenzaste a leer el artículo resignado a ser un parásito en estos días que quedan hasta llegar febrero, y seguro que una sonrisilla casi inapreciable y unos ojillos más abiertos dibujan ahora tu cara. ¡Claro que sí! Esa es la actitud.

Nos pasamos el resto del año estresados, dando largas a nuestras parejas, porque no tenemos tiempo, o el poco tiempo que sí que tenemos lo queremos para descansar así que... veremos la cuesta de enero como parada obligatoria de reflexión sexual. Aunque no pretendo ser responsable así de los nacimientos que se produzcan en el mes de septiembre de este 2017.

¿Cuánto hace que no disfrutas con tu pareja de ese típico momento de mantita, peli y sofá? Pues enero queda inaugurado como el mes de los fines de semana mantita, peli y sofá. Una pizza al horno y alguna de esas botellas de vino que han sobrevivido a las fiestas porque estaba medio escondida y solucionado. ¡Fines de semana románticos para todos!

Es hora, sin duda, de cambiar de actitud, de ver lo positivo del momento, vamos a sacarle partido. Para sacar ideas basta con recordar aquellos planes de los que tanto disfrutábamos cuando éramos jóvenes y no teníamos ni un duro: paseo por la playa, montaña, días de sol... Si es que encima vivimos en un lugar cálido y maravilloso que nos regala día a día puestas de sol espectaculares.

El cambio de perspectiva nos hace ver que, ahora que no tenemos "tiempo" para salir a cenar, sí que lo tenemos para pasarlo en casa, en familia, ¿sesión de cine todos juntos?, ¿nos enganchamos a una nueva serie? Hacer planes hará que se cultiven nuevos afectos u otro más relegados, reavivará el hogar. Tenemos tiempo para disfrutar de los niños y sus juguetes nuevos, tiempo para echarles una mano en su vuelta al cole. Porque ellos también sufren esa "cuesta de enero", aunque sea en un minimundo paralelo.

Utiliza tu tiempo y organiza tu lista de propósitos para este año nuevo; como te dije anteriormente sé consecuente con tus limitaciones y haz una lista de propósitos que dependa de ti, una lista que sepas que puedes cumplir.

Toca poner nuestra casa en orden después del tráfico de visitas durante las fiestas. Orden, eso hará que nos centremos; ordenar físicamente estructura la mente y de forma paralela ordenaremos nuestra vida, al hacerlo durante el comienzo del año hará que visualicemos el resto de los meses y de alguna manera que nuestros propósitos cojan fuerza y se mantengan.

¿Has visto? Aún no ha empezado y ya tenemos muchísimos planes, ¿empezamos?

*Psicóloga y terapeuta

anaortizpsicologa.blogspot.com.es