Canarias estrena el año 2017 con un nuevo Gobierno. Tras varios meses de tiras y aflojas entre los socios del pacto que sustentaba al anterior Ejecutivo -CC y PSOE-, el presidente optó por cambiar de rumbo y destituir a los cuatro consejeros socialistas, después de que estos abandonaran, por segunda vez, la mesa del Consejo. Ahora toca mirar hacia adelante y, sin perder de vista la dificultad que tiene gobernar en minoría, tomar las decisiones que las Islas necesitan para que el crecimiento económico se traduzca en generación de empleo y en una justa distribución de la riqueza. Un objetivo que, con toda seguridad, compartirán, además de Coalición Canaria, el resto de las fuerzas con representación parlamentaria. Solo hace falta que se pongan de acuerdo en las medidas a adoptar para lograrlo. Se impone el diálogo y la búsqueda del interés general. Nada que ver con el espectáculo político del último trimestre. Es preciso pasar página y una mayor altura de miras. Mañana tomarán posesión los nuevos consejeros. Aunque parten con la ventaja de que las previsiones económicas son buenas, no lo tienen fácil, pues las áreas que se les han encomendado -Sanidad; Empleo, Políticas Sociales y Vivienda, y Obras Públicas y Transportes, sobre todo, además de Presidencia y Justicia- arrastran desde hace años el problema de una deficiente financiación y, también, en algunos casos, una mala gestión. Fernando Clavijo es consciente de que no caben demoras y así se lo hizo saber el pasado miércoles, cuando anunció sus nombres. No hay tiempo que perder. El desarrollo de las Islas y el bienestar de sus ciudadanos son lo suficientemente importantes para que dediquen todo su esfuerzo a la misión que les han encargado. El tiempo dirá si su designación fue un acierto o no.

Nada que objetar a que el presidente del Gobierno quiera reforzar el papel de CC en Gran Canaria con el nombramiento de dos nuevos consejeros procedentes de aquella isla. Una vez designados deben saber que su labor es ocuparse de todo el Archipiélago, sin ningún tipo de preferencias. El lugar de origen no debe condicionar la acción de gobierno y, menos aún, perjudicar al resto de las islas. Lo lógico es que en la elección prime la capacidad de los candidatos, lo cual se da por descontado. No obstante, los responsables de CC en Tenerife deberán estar atentos por si en algún momento existe la tentación de anteponer una determinada isla sobre el resto. EL DÍA también lo estará.

La designación de José Manuel Baltar como consejero de Sanidad ha suscitado la sospecha de que Fernando Clavijo se decanta por el sector privado en esta materia, debido al pasado profesional del nuevo consejero. El propio presidente del Ejecutivo se vio obligado a aclarar el miércoles que la trayectoria de Baltar en la sanidad privada no cambiará el compromiso de su Gobierno con la pública. Quizás es demasiado precipitado juzgarlo antes de que tome posesión de su cargo. Reconocido su papel como buen gestor, se le ha fichado para que mejore precisamente la gestión en esta área. Ya habrá tiempo de criticar su trabajo si realmente se desvía del objetivo marcado.