Ya se sabe que la lectura de las encuestas sobre la situación política y los partidos en España hay que hacerla con una lupa monumental, amplias miras, abriendo bien los ojos, y sorteando los intereses y las claves que se mueven en torno a ellas. En cualquier caso, las últimas publicadas no me han hecho ni pizca de gracia, como a ningún militante o simpatizante del PSOE, y alguna, como la de Sigma Dos, la publica El Mundo con un titular muy tendencioso cuando la analiza, concluyendo que Javier Fernández goza por un lado de una buena valoración ciudadana, pero por otro obtiene su nota más alta de los votantes del PP, para así colgarle el sambenito de que Rajoy le debe la presidencia del Gobierno, una verdad a medias dado lo complicadísimo que fue el proceso interno en el PSOE, siendo dificilísimo el papel que le ha tocado como presidente de la Gestora socialista que decidió abstenerse en la sesión del Congreso de los Diputados que invistió a Mariano Rajoy presidente del Gobierno.

Tampoco hace gracia que el PP aumente su ventaja en intención de voto en los dos primeros meses de gobierno, o que Unidos Podemos pueda situarse por encima del PSOE, que sufre la ausencia de un liderazgo consolidado desde aquel tormentoso Comité Federal en el que se quedó sin secretario general, optándose por una Comisión Gestora, que se sabe no le hace ninguna gracia a la mayoría de los militantes socialistas de base, cediendo, según la encuesta, el segundo puesto del arco parlamentario a Unidos Podemos, a pesar de la manifiesta guerra fratricida entre pablistas y errejonistas y de que andan perdidos por los pasillos institucionales desde que cambiaron el frío asfalto de la calle por las cálidas alfombras parlamentarias y gubernamentales, confirmándose una vez más el dicho tan conocido en el centenario PSOE de que cuando la izquierda se divide pone a gobernar a la derecha.

Y si bien por un lado Javier Fernández aparece en la encuesta de Sigma Dos como el tercer político mejor valorado por la ciudadanía en general con 4,13 puntos, cerca del presidente Rajoy, que obtiene una nota de 4,34, y de Albert Rivera, que logra un 4,5, la mayor calificación, no es menos cierto que cuanto más tiempo Javier Fernández sea presidente de la Gestora, más presionado va a estar por quienes optan porque esa situación de interinidad de una Gestora se resuelva cuanto antes convocando el Congreso que dé a luz a un secretario o secretaria general elegido por los militantes, y a una dirección política que trace con nitidez el rumbo que debe marcar el PSOE, decisiones que se supone ha adoptado el Comité Federal.

Y mientras tanto, en Canarias, el Partido Socialista también lo dirige una Gestora, lo mismo que en la isla de Tenerife y en otras agrupaciones locales, una situación legal y excepcional contemplada en los Estatutos, pero aceptada a regañadientes por una militancia cada vez más pasiva que observa con resignación que apenas puede participar en las decisiones que se adoptan por las respectivas Comisiones Gestoras, una militancia canaria durante meses atónita ante el lamentable espectáculo del anuncio un día sí y otro también de la ruptura del pacto de gobierno entre CC y PSOE, que finalmente se salda, como hace mucho tiempo se veía venir (conociendo la trayectoria, las maneras y los intereses de CC, que lleva 25 años gobernando Canarias), con la salida del PSOE del Gobierno, la pérdida de la vicepresidencia y cuatro consejerías, y el apoyo a CC, por lo pronto, del PP y la Agrupación Socialista, que así se denomina, Gomera. Sigue pendiente resolver con acierto la situación del PSOE en La Laguna, un municipio emblemático que tuvo eficaces alcaldes socialistas. Mientras, esperando la comparecencia de Fernando Clavijo en el Parlamento de Canarias el jueves 19. Después ya se verá.

Nada de todo esto está ayudando a que el PSOE recupere el apoyo social y electoral que tanto tuvo en España, en Canarias y en Tenerife, siendo para ello imprescindible que haya autocrítica, generosidad y altas miras políticas, no personales, por parte de unos y otros, y entre todos evitar un torpe harakiri.

*Militante de la Agrupación Socialista de Santa Cruz de Tenerife

@JVGBethencourt

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