Al fin se ha destapado la caja de Pandora y alguien ha echado un vistazo a las estadísticas que confirman que el 92% de los contratos laborales firmados desde 1985 son temporales.

Dato que se ha vuelto a repetir con los datos del paro del mes de diciembre (93%) o del año pasado (92%).

Hace 30 años que tenemos esta situación en España y ahora venimos a profetizar hecatombes y desagravios hablando de devaluación salarial o precarización de las condiciones de trabajo, generada por la "aterradora" reforma laboral que se aprobó en 2012.

El empleo estable se consolidará mientras la actividad empresarial sea próspera y se siga profundizando en la reforma laboral como parte de los problemas estructurales de esta país.

Este es el mayor problema que tiene España, con un 19% y Canarias con un 26% de tasa de desempleo, y una de las metas a conseguir es la situación de pleno empleo que tiene EE.UU., con una tasa de desempleo del 4,7%, con similar índice de temporalidad en el empleo y con el mayor crecimiento salarial desde 2009.

Si bien nada tiene que ver la economía de ese país con el nuestro, debemos buscar una salida al desempleo maximizando nuestras virtudes (políticas activas de empleo, potenciación de sectores empresariales de alto valor añadido, recuperación de la actividad con alto nivel de contratación, recuperando la inversión público-privada o, sobre todo en el caso de Canarias, ampliando al máximo nuestro atractivo económico-fiscal), minimizando defectos y evitando errores.

Fórmula sencilla pero imposible de poner en práctica mientras el interés general no prevalezca sobre el particular, llevando a nuestra economía a parecerse cada vez más a un elefante difícil de mover.

pedroa@ceoe-tenerife.com