La subida del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) ha supuesto para muchos una desagradable noticia a finales del pasado año. Para muchos en todas las ciudades de España y, por tanto, también en La Laguna. Como es un tributo que cobran e ingresan los Ayuntamientos, quizás no sea de extrañar que haya ciudadanos que responsabilicen a las administraciones locales de este incremento. Pero no es así. Lamentablemente esta confusión se ha visto alimentada por la deleznable campaña desarrollada por varios partidos de la oposición municipal en La Laguna, que hablan de castastrazo y entre calculadas ambigüedades responsabilizan de la subida del IBI al Ayuntamiento. Es mentira y, por supuesto, es una mentira deliberada. Una más en su ya abultado equipaje de insidias y despropósitos.

El Ministerio de Hacienda decidió en 2015 desarrollar una concienzuda actualización de los valores catastrales de los inmuebles en todo el territorio nacional. Y esa regularización tuvo como base la inspección de los inmuebles para registrar el aumento de sus volúmenes constructivos (cerramiento de balcones, patios, ampliación de cuartos o garajes, etcétera) o el cambio de uso desde años atrás (incluso antes de que el actual propietario lo fuera). Por supuesto, este incremento del valor catastral de los inmuebles ha supuesto para las administraciones locales la estricta obligación legal de incluir en los recibos este incremento y su consecuencia tributaria. En definitiva, los Ayuntamientos están legalmente obligados a considerar en el IBI (obviamente) la actualización de los valores catastrales.

Esto no lo decidimos los Ayuntamientos. Ni el de Madrid, ni el de Zaragoza, ni el de La Laguna. En nuestro municipio, concretamente, la decisión del Ministerio de Hacienda originó la apertura de un total de 10.697 expedientes de regularización, de los que, después de los recursos presentados por muchos de ellos con la colaboración del Ayuntamiento, ha quedado una cifra de 8.707, lo que representa un 8,9% de los recibos del IBI que se emiten cada año. De esta cantidad, un 84% (7.358 contribuyentes) pagarán menos de 1.000 euros, y de estos, 5.165 deberán abonar menos de 500 euros.

Aunque más del 90% de los recibos del IBI que se emiten (y abonan) en La Laguna no presentan ningún incremento, el gobierno municipal es plenamente consciente de la preocupación y el daño que la decisión del Ministerio de Hacienda ha ocasionado a muchas familias de La Laguna. Y por eso tomamos un conjunto de medidas. Primero, y en previsión del impacto que supondría la regularización catastral en curso, hemos mantenido el tipo del gravamen del IBI del 0,53 establecido desde el año 2011, lo que ha determinado una reducción del tipo del 6% a partir del año 2016, al desaparecer el recargo sobre el mismo, pasando del tipo de gravamen del 0,56 al 0,53, lo que ha beneficiado a más de 60.00 contribuyentes. En segundo lugar, se puede retrasar el abono de los recibos 12 meses -es decir, no pagarlo hasta dentro de un año- y fraccionarlo durante 24 meses. Y, por último, se ha incrementado la dotación de personal en el área de atención al público de la Concejalía de Hacienda para ofrecerles a los ciudadanos una atención más rápida, eficiente y eficaz para resolver sus dudas y orientarles en todo lo que necesite. Y si el vecino así lo estima se le asesorará en materia de reclamaciones ante la Dirección General del Catastro.

Por tanto, el Ayuntamiento de La Laguna ni es responsable de esta subida tributaria ni se ha quedado de brazos cruzados ante el impacto que la misma podría suponer en las economías familiares. Se tomaron medidas técnicas sobre el gravamen, se asesoró y se seguirá asesorando a los vecinos afectados, se facilitará el abono de los recibes retrasando y fraccionando el pago durante dos años. El gobierno municipal de La Laguna asume sus responsabilidades legales y pone al ciudadano como prioridad de su acción del gobierno. Lo hace día a día y quizás por eso la oposición decidió desde el primer minuto de este mandato instalarse en una campaña de desinformación y descalificación permanente. No es lo que necesita nuestra ciudad. Lo que necesita La Laguna es trabajo sistemático, objetivos estratégicos para dinamizar su crecimiento y consolidar su futuro, potenciar su bienestar social, introducir la innovación y la excelencia en sus actividades, alcanzar consensos sin renunciar a las diferencias ni a la identidad política de cada cual. Claro que eso demanda un esfuerzo y un compromiso que algunos no están dispuestos a abrazar.

*Alcalde de La Laguna