En la reciente Conferencia de Presidentes de Comunidades Autónomas estaban todas representadas, junto a Ceuta y Melilla, a excepción de los representantes vascos y catalanes. La justificación de Puigdemont se basa en que consideran a Cataluña como una nación, por lo que deberían tener con el Estado un trato bilateral. Y la ausencia de Urkullu iría en el mismo sentido.

Así, de pronto y con los fundamentos históricos, geográficos y culturales de Canarias, aunque estemos nominados como "nacionalidad", lo mismo que vascos y catalanes deberíamos exigir un trato bilateral.

Al igual que Euskadi y Cataluña, Canarias es una "nación" por las mismas razones que ellos se irrogan, aunque nuestras vicisitudes históricas hayan ido por el camino del "colonisaje" y no por la confrontación directa como la ha ejercido Cataluña.

Durante siglos, Canarias ha sido una factoría de trueque anclada en el Atlántico; hemos sido en el tiempo apetecidos por países diferentes, para integrarnos en sus configuraciones de gobierno, como en su día se propuso Inglaterra para integrarnos en la Commonwealth, hasta las pretensiones de Brasil; llegando hasta que se negociara entre Franco y Hitler el posicionamiento de Alemania en Canarias por su lugar estratégico militar durante la Segunda Guerra Mundial.

Canarias ha sido moneda de cambio durante años, lo que ha permitido que se desdibujase nuestra esencia como nación, pasando por compensaciones como los Puerto Francos de Bravo Murillo, hasta la disputa actual del Régimen Económico Fiscal, que no termina de adecuarse a las peculiaridades del Archipiélago.

Y no es que se rompa ese grupo que conforma la Conferencia de Presidentes con nuevos posicionamientos, pero si es bueno recordar y compararnos con aquellos territorios que "por Razones históricas" pueden gozar de determinados privilegios que no son alcanzables para Canarias.

Si las cuestiones políticas que asumen la preocupación de los gobiernos y que no terminan de cristalizar en una Constitución que se pretende modificar, tendente a un estado federal, es necesario estar preparados para el encaje de Canarias , no sea que lo que esté en la mente, tanto del Gobierno central como de vascos y catalanes, es que se arregle la "cuestión vasca y catalana" con una asimetría federal que les de trato de favor a las mismas.

Yo quisiera tener para Canarias un trato bilateral con el estado, pero hasta tanto me conformaría con poseer el mismo régimen fiscal que comporta el concierto vasco y las prebendas, también fiscales, de la comunidad Foral de Navarra.

Ahí debe estar el compromiso, en la bilateralidad; y de momento tener el mismo billete para el viaje que vascos y catalanes, lo cual no solo seria un gran avance para desarrollar políticas de bienestar, sino que la historia de los pueblos, del nuestro, se sitúe en el sitio que le corresponde.