Por desgracia, el área de Atención Social del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife es una de las más comentadas y no de forma muy positiva. Venimos oyendo muchas quejas de usuarios, de las propias ONG que colaboran, y lo único que oímos por parte del consistorio es que todo va bien, que todas estas quejas son imaginaciones nuestras. No vendría mal realizar una autocrítica que aporte un atisbo de humildad, para mejorar así esta área tan sensible para nuestros vecinos.

No entendemos cómo no se ha mejorado esta área para llegar con más fuerza a los vecinos que todavía sufren las graves consecuencias de la crisis. Se ha solicitado implantar un nuevo sistema de reparto de alimentos, mediante bonos de comida, para que los vecinos puedan comprar productos básicos de alimentación e higiene, y no sólo los que se les entregan actualmente. Hace ya dos años que se aprobó esta medida en pleno (en marzo de 2015) y, a día de hoy, seguimos sin tener ninguna noticia.

Precisamente en ese aspecto, una ONG de nuestro municipio ha logrado implementar con total éxito una medida similar para que los usuarios compren productos básicos, que son necesarios para afrontar su vida con dignidad. Hay que entender que no es lo mismo un celiaco que un diabético, un niño o una persona mayor. Estamos hablando de un derecho universal e imprescindible como es la alimentación.

Otro de los beneficios sería que estas personas no se verían obligadas a presentarse en una ONG, sino que tendrían la posibilidad de ir directamente a un supermercado. Esto, sin duda, funcionaría como un elemento integrador al permitir que se sientan como cualquier otra persona que va a hacer la compra.

Desde Ciudadanos siempre tratamos de hacer una oposición constructiva, aportando ideas de manera transversal para dar soluciones a nuestros vecinos. Para conseguirlo es fundamental que la otra parte, que es la realmente responsable, se dote de un espacio más amplio en esa falta de eficiencia que le caracteriza. Tienen que permitir que otras sugerencias entren a participar en asuntos tan importantes como es ámbito social y las necesidades básicas de nuestros vecinos. Está claro que mientras la parte responsable solo vea estas aportaciones como un ataque personal, no avanzaremos.

Hablamos de derechos fundamentales como la necesidad de poder acceder con plenas garantías a recursos básicos e imprescindibles como son el agua, la luz, los alimentos o una vivienda digna.

Para el presente año se ha aprobado destinar a Atención Social un presupuesto de 14.162.000 euros, lo que supone un escaso 5,74% del presupuesto total de 246 millones de euros. En lugar de construir una relación fraternal hacia nuestros vecinos y hacerles la vida más fácil a aquellos que lo necesitan, asistimos a batallas insustanciales en los plenos. Se toman nuestra fiscalización como un ataque y se olvidan que uno de los partidos que forma el grupo de gobierno estuvo haciendo esto mismo en el mandato pasado.

Las plataformas, asociaciones de vecinos, ONG y los propios vecinos son la viva voz de lo que está sucediendo en nuestra ciudad y, por eso, no entiendo el trato que se les presta. ¿Por qué? No lo sé. Animo a todos esos voluntarios que aman lo que hacen a que sigan y no decaigan a pesar de las piedras que les ponen en el camino. Sin lugar a dudas, lo que hacen por sus convecinos no se puede pagar con dinero. También aprovecho estas líneas para felicitar a todo el personal de Asuntos Sociales, pues hacen una gran labor con los escasos recursos de los que disponen.

Finalizo insistiendo en la necesidad de dejar de vernos como enemigos políticos y, de una vez por todas, trabajar conjuntamente. Cuando empecemos a ver a nuestros ciudadanos como personas y no como votos, su calidad de vida mejorará notoriamente.

Está en nuestras manos ayudar a que esa vida digna sea lo más justa posible mediante el atendimiento inmediato desde el momento en que se solicita la necesidad de disponer de las prestaciones económicas de asistencia social. Cuando me dicen que las ayudas para el alquiler social tardan un año, no me lo explico. ¡Un año! Un año sin saber dónde vas a dormir, y lo que es peor, dónde van a dormir tus hijos, tus mayores, vecinos con discapacidad y tantos otros. Es muy, muy duro.

Nunca debemos perder el contacto con nuestros vecinos, con nuestro pueblo. No olvidemos nunca que los políticos nos debemos a ellos, tanto si estamos en el gobierno como si estamos en la oposición trabajamos por y para ellos.

*Concejal de Ciudadanos (C''s) en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife