Llegué a la Residencia Sanitaria Virgen de la Candelaria en 1975, tras realizar las especialidades de Cirugía General y del Aparato Digestivo como médico residente del Departamento de Cirugía en el Hospital General y Clínico de Tenerife, hoy Universitario de Canarias. Fue tras concurso oposición como accedí a médico adjunto, siendo entonces los "jefes", como así se denominaba, los doctores Enrique Rodríguez-Solís y José María Cabezas de Herrera. En el Hospital General mis "jefes" fueron los catedráticos Alberto Gómez Alonso y Fernando González Hermoso. A todos profesé inmenso respeto y admiración no solo por sus conocimientos, además porque identificaba en ellos mi futuro profesional como cirujano, una profesión que cada vez más valoro como una de las más trascendentes del ser humano.

Mucho ha cambiado el ejercicio de la Medicina, en general para bien, siendo los avances espectaculares, habiéndolos vivido con intensidad y en primera línea, como los trasplantes de órganos, los nuevos materiales de sutura, el acortamiento del tiempo de las intervenciones al evitar aquellas grandes incisiones y abordajes para abordar el abdomen o el tórax, transformándose la cirugía abierta por orificios, menos invasiva y dolorosa, la cirugía mayor ambulatoria, etc. Valga como ejemplo que entonces a los enfermos no se les daba el alta hasta no retirarles los puntos de las heridas, y era habitual que tras la extirpación del apéndice o la reparación de una hernia permaneciera ingresado unos siete días, o diez tras la extirpación de vesícula, cuando hoy el alta puede producirse el mismo día o al siguiente.

50 años "cuidando tu salud" (como así titulé un artículo, http://web.eldia.es/2016-07-31/criterios/criterios20.htm), desde su inauguración el 1 de abril de 1966. Es hoy uno de los cuatro grandes hospitales de referencia de la Sanidad Pública en Canarias, con más de 4.800 trabajadores, el 1,37% de la población activa de Tenerife, atendiendo una población de 500.000 personas, realizando 40.000 operaciones quirúrgicas y 700.000 consultas al año. Tres acontecimientos destacan la trayectoria del Hospital, el mayor accidente de aviación en Los Rodeos en 1977 (no estaba de guardia ese día, pero como otros cirujanos, fui a Urgencias e intervine varios accidentados), su reconocimiento como universitario en 2002, y el primer trasplante de hígado en 1996 (que presencié al estar ese día de guardia).

Hoy quiero felicitar a todos los trabajadores del Hospital con motivo de la merecidísima y reciente concesión a ellos de la Medalla de Oro del Cabildo de Tenerife, y en especial hacer mención a dos de ellos, uno que se nos ha ido, el excelente traumatólogo y gran persona Miguel Olivares; otra, a quien hasta ahora ha sido la directora gerente, una de las personas que con discreción y pese a ser tan difícil ha sido de las que con más acierto ha dirigido nuestro Hospital, Mercedes Cueto.

Miguel Olivares, grancanario de nacimiento y tinerfeño de adopción, estudió Medicina en Granada, y en él vi el cariño y alegría que trasladaba a los pacientes en Urgencias, cantándoles, recitándoles versos, y aún con dolor provocándoles una sonrisa, permaneciendo el mayor tiempo posible con ellos, y a los que con él estábamos de guardia nos alegraba con ese humor y gran sonrisa contagiosa. Fue quien con gran ingenio, tras el accidente de Los Rodeos, a fin de identificar a los pacientes que en tromba llegaban a Urgencias, les puso un esparadrapo en la frente para escribir sus nombres. Le encantaba el folclore canario, y tuve la suerte de disfrutarlo muchos años en un grupo parrandero de más médicos que nos reuníamos en la casa lagunera de Gregorio Santana y en las romerías, "Los rebenques de la platanera", el porqué este nombre lo dejo para otra ocasión.

Mercedes Cueto ha dedicado 12 años a la Candelaria, desde 2007 como directora gerente, habiendo situado a nuestro hospital en la cabecera de Canarias, y entre los punteros de España, a pesar de su diferencia de financiación respecto a otros, habiéndose esforzado en mejorar asuntos pendientes de años, como urgencias, área ambulatoria, oncología médica, el centro de especialidades de Tomé Cano, un aparcamiento digno para enfermos, familiares y trabajadores, el Hospital del Sur, un largo etcétera. Con Mercedes Cueto, que considera "al paciente como centro del sistema", la Candelaria ha recibido valiosos premios y reconocimientos, imposible de detallar en este espacio, pero que ella, con gran satisfacción, se lleva en su corazón y los trabajadores en el nuestro.

*Médico cirujano jefe de sección y profesor de Cirugía General y Digestiva (Hospital la Candelaria)

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