Uno de los problemas más acuciantes que tiene Canarias es la baja cualificación de sus trabajadores, sobre todo en lo que se refiere a los idiomas. A pesar de tener en la actividad turística la principal fuente de riqueza, los distintos responsables del Área de Educación en el Archipiélago no han puesto el suficiente empeño en dar a esta materia la importancia que tenía, tiene y tendrá para el desarrollo económico de las Islas. El actual Gobierno presidido por Fernando Clavijo, consciente de las carencias que hoy tienen los canarios en esta asignatura -así lo apuntó el jefe del Ejecutivo, hace siete días, en estas mismas páginas-, ha incrementado "la contratación de auxiliares de idiomas, porque es en la edad temprana donde tienen que empezar a trabajar con los niños", y este año ha puesto 43 millones más en el presupuesto de Educación con el objetivo de "llegar, dentro de diez o doce años, a la enseñanza bilingüe". En la misma línea se manifestaba el pasado lunes, también en EL DÍA, el presidente del Consejo Social de la Universidad de La Laguna, Raimundo Baroja, quien abogaba por un "plan de choque" para preparar mejor al alumnado canario en esta competencia. "Ser bilingüe -advertía- ya no es una opción, es una necesidad". Hay que aprovechar esta concienciación generalizada de que es preciso mejorar la capacitación lingüística de los residentes en las Islas para establecer una estrategia de aprendizaje que ayude a subsanar esta carencia y mejore el conocimiento de otras lenguas. El hecho de que los resultados puedan tardar en verse no justifica que se quede fuera de la agenda de las distintas formaciones políticas.

La misma unidad que debe presidir el logro de un objetivo como el de los idiomas ha de imperar en Tenerife a la hora de fijar las prioridades para el desarrollo del Sur de la Isla. Esta semana se conocía que el grupo socialista del Cabildo había trasladado a sus diputados y senadores que en el caso del aeropuerto Reina Sofía se debía anteponer la ejecución de la segunda pista a la construcción de una nueva terminal, opción esta última defendida por sus socios de gobierno en la Corporación insular y más en concreto su presidente, Carlos Alonso. Para no ser menos y, tal vez, correr el riesgo de quedarse sin invitación a esta "fiesta", la diputada nacional del PP por Santa Cruz de Tenerife y también consejera insular, Ana Zurita, afeaba a los socialistas su posición y anunciaba una moción, a debatir en el próximo pleno, que "respalde la decisión tomada por el Gobierno de España de considerar la ampliación del edificio de la terminal del Aeropuerto Reina Sofía como inversión prioritaria". Al final, este tipo de discrepancias son las que utiliza el Gobierno central para demorar las obras sin una justificación convincente.

Finalizado el periodo de los concursos, el Carnaval saldrá el viernes a la calle con el objetivo de que todos los chicharreros y las miles de personas que visitan estos días la ciudad disfruten de una de las fiestas más seguras del mundo. En la mano de todos está que Santa Cruz pueda continuar presumiendo de este hecho. A gozar.