Me ceñiré a la acepción 2 que para este término expresa la Real Academia Española: "Recibimiento u hospitalidad que ofrece una persona o un lugar".

Recientemente se producía en Barcelona una multitudinaria manifestación (medio millón de personas decían los organizadores; ciento cincuenta mil creo que decía la Policía Local) pro acogida de refugiados. No sé si sólo refugiados o inmigrantes en general. De cualquier forma una gran manifestación, cuyas imágenes han circulado por España, por Europa y supongo que por el mundo entero dada la intercomunicación global de las redes informáticas.

Además de la alegría danzarina que se mostraba en la cabecera de la manifestación, supongo que también en otros lugares de la misma, se repetía un eslogan claramente en español, para que se entendiese aquí y en todo el mundo (somos más de quinientos millones de hispanohablantes) que decía ¡¡nuestra casa es vuestra casa!!... ¡¡nuestra casa es vuestra casa!!

Visto y escuchado lo anterior vine a considerar que Barcelona ha encontrado la solución a tanto sufrimiento de muchas personas que lo están pasando muy mal en "campos de refugiados" o simplemente en el campo y saltando vallas y concertinas.

Tras la importante manifestación, tanto por el número de ciudadanos como por su compromiso, la alcaldesa de la ciudad, Señora Colau, se puede apuntar otro hito en su carrera política. Sólo tendría que ordenar la instalación de unas mesas en el acceso al ayuntamiento, atendidas por unos funcionarios, y pedir a todos los manifestantes que tan efusivamente exponían su compromiso (¡¡nuestra casa es vuestra casa!!) se pasasen por allí para hacer constar su identificación y domicilio a fin de obtener un censo en el que ubicar a los refugiados dignamente.

Además de lo anterior, que sería lo más importante, se podría conocer con certeza si los manifestantes eran ciento cincuenta mil o medio millón; o un número intermedio. O si los realmente comprometidos, más allá del jolgorio, son sólo treinta.