Estoy harto de esa gente que promete y nunca cumple. De esos que te cuentan que lo resuelven todo mañana, pero se refieren a un mañana que nunca llega. Estoy cansado de caraduras, estoy cansado de incompetentes. En esta vida si se está, se está, porque estar a medias no merece la pena. Tengo poco tiempo y pasa rápido, y me he decidido a llenarlo con personas de calidad, con gente que merezca la pena. Primero porque son un buen puñado, y segundo porque tengo grandes cosas que hacer con ellos. Hoy se estila faltar a los compromisos si es que estos algún día se asumieron. Cada vez son más los que hacen todo sobre la marcha, los que tiran para ir escapando. Pero detesto al cachanchán porque me va robando la energía, porque suele ser un tipo sin educación ni valores, un simplón de medio pelo que más pronto que tarde queda en evidencia.

Y es que ser serio no es dejar de reírse, es sencillamente asumir el compromiso que tienes con la vida, contigo mismo o con los demás. Da igual cuál sea tu grado de implicación: si has decidido hacer algo, hazlo. Venirse atrás para no ejecutar lo acordado te muestra débil y te hace no ser tenido en cuenta. Este es el momento en que la gente buena pide más y los mediocres cada vez dan menos. En estos tiempos de brecha emocional, es hora de arrimarnos a gente con valores. Y digo que es el momento porque tú y yo sabemos que del otro lado queremos bien poco; y digo bien poco sabiendo que de los que no se implican, más que bien poco prefiero nada.

@JC_Alberto