La rama más quinqui de la capital tinerfeña se comporta en ocasiones como una verdadera estampida de zoquetes. El pasado fin de semana se celebró en Santa Cruz el Triatlón Ocean Lava, una prueba de relevancia internacional que trajo a la ciudad a 600 deportistas. Llegaron desde lugares tan remotos como Japón o Hawai, pasando por las más relevantes capitales europeas. Se quedaron aquí, consumieron nuestros productos y van a introducir el nombre de Santa Cruz de Tenerife en el circuito internacional del deporte. Pero mientras la capital chicharrera se juega el tipo intentando ligar su marca al turismo del deporte, que se va dejando por el mundo cantidades ingentes de dinero, cuatro zoquetes se quejaban porque hubo colas para llegar a Las Teresitas y darse un remojón. Y es que claro, parte de la prueba se celebró a través de la autovía de San Andrés.

Y a mí me da vergüenza pero de la buena. En las ciudades más cosmopolitas, como puede ser Barcelona, dos días antes del triatlón están las calles cortadas y los coches retirados. La gente sale a vivir el momento y el entorno es una fiesta. Pero aquí los magos de ciudad protestan. Si cortas Santa Cruz con un coso o una cabalgata, el quinqui se priva; ahora, si es por una prueba deportiva, se enajena y pierde los nervios. Para ir amueblando la cabeza de muchos, quizás sería bueno que el Ayuntamiento diera mayor visibilidad a este tipo de eventos, cosa que no hizo, pero que además organizara con la muchedumbre que protestó una prueba similar que los inicie en este mundo del "running". Y la marca no puede ser otra que "El triatlón de los zoquetes".

@JC_Alberto