Su Majestad el Rey de España ha presidido el acto con motivo del lanzamiento del Año Internacional del Turismo Sostenible para el Desarrollo, organizado por la Organización Mundial del Turismo (OMT). Un encuentro que ha reunido a ministros de Turismo de todo el mundo. En la celebración se ha enfatizado el inmenso potencial del turismo para el desarrollo de todos los países en el marco de los Objetivos del Desarrollo Sostenible y la necesidad de continuar avanzando hacia un sector más sostenible que redunde en el beneficio de las comunidades locales y la preservación de los valores culturales y naturales. (Información oficial de la OMT)

Son varios los escritos que hemos publicado en diversos medios mundiales impresos y digitales que destacan esta oportuna declaración de las Naciones Unidas, que gestiona la OMT como su organismo especializado en esta gestión.

El mundo entero se ha sensibilizado en la importancia que tiene el cumplimiento de los objetivos del desarrollo sostenible, y todo el ámbito informativo internacional ha tomado conciencia de la necesidad de insistir sobre estos principios buscando su rentabilidad social y económica, para beneficio de todos sus habitantes sin distinción de razas, credos o culturas. El turismo es riqueza para la persona, para la familia, para la comunidad, para el mundo entero (OMT 2003), como no nos cansamos de predicar en nuestros escritos periodísticos.

Cuidar y ordenar todo cuanto se haga alrededor de este hermoso fenómeno que vislumbra la paz mundial es una auténtica necesidad, en la cual estamos obligados todos los habitantes del mundo para lograr este anhelado objetivo.

Descubrimos ahora -marzo de 2017- un significativo párrafo en una novela del prestigioso escritor, literato y hombre de leyes norteamericano Stanley Gardner -creador del famoso personaje Perry Mason- que ya en 1952 decía: "Yo creo que todo el mundo desea viajar". Indudablemente es así. Ya en el año 1973, en uno de nuestros cursos en Sao Paulo, Brasil, ante la pregunta de un profesional del turismo que acudía al mismo como alumno, sobre qué ocurriría cuando se acabara el turismo, eludimos una contestación directa, y más tarde, dos días después, hicimos una sorpresiva encuesta secreta a los 192 participantes en el evento, preguntándoles a dónde les gustaría viajar. La respuesta fue abrumadora: a Bahía. Absolutamente todos escogieron un destino. Ahí estaba la respuesta que quería el alumno que preguntaba cuándo se acabará el turismo.

Los datos de este movimiento mundial que nos han sido aportados por la OMT, sobre el pasado año, son una clara información de que el turismo continúa su firme avance pese a las grandes dificultades bélicas y económicas que nos han azotado en los últimos años. Las previsiones son superadas todos los días y la influencia del desarrollo del turismo ha calado profundamente en una multitud de destinos que buscan abrirse camino en esta revolución socioeconómica de nuestra época, como la llamó ya hace muchos años el sabio profesor Arthur Haulot.

Nada más importante entonces ante este escenario que profundizar en la necesidad del estudio de las posibilidades de cada lugar, aplicando en los mismos esos objetivos del desarrollo turístico sostenible para evitar los enormes errores que se han producido en los llamados "destinos maduros", muchos de ellos de consecuencias funestas e irreversibles, por falta del conocimiento adecuado para conservar patrimonios ancestrales que tenían mucho que ver con su cultura y sus medios de vida tradicionales.

Aclaremos entonces muy bien el tema, copiando la definición que se aplica al desarrollo del turismo sostenible: "El turismo que tiene plenamente en cuenta las repercusiones actuales y futuras, económicas, sociales y medioambientales para satisfacer las necesidades de los visitantes, de la industria, del entorno y de las comunidades anfitrionas".

Según aprobó la Asamblea General de las Naciones Unidas con la designación del año 2017 como el Año Internacional del Turismo Sostenible para el Desarrollo, "se reconoce la importancia del turismo internacional y, en particular, la designación de un año internacional del turismo sostenible para el desarrollo, para que promueva una mejor comprensión entre los pueblos del mundo, incitando a que se tome una mayor conciencia de la riqueza del patrimonio de las diversas civilizaciones, y llevando a una mejor apreciación de los valores inherentes de las diversas culturas, contribuyendo así al fortalecimiento de la paz en el mundo", apoyándose en el conocimiento y la gestión de la Organización Mundial del Turismo.

La evolución de la sociedad mundial está marcada por sus apetencias viajeras, como hemos visto en lo sucedido en Sao Paulo. Nos encontramos ante un momento histórico en el que todos pensamos en un viaje, ilusionados con los medios audiovisuales que nos persiguen hasta en la profunda intimidad de nuestro hogar. Prepararnos para vivir dentro de esa avalancha es tomar conciencia de la necesidad de cumplir los objetivos que nos señala el desarrollo turístico sostenible. Es una obligación que nos marca la realidad. Ignorarla y no saber cómo manejarla es una irresponsabilidad política, ya que tenemos contraída una gran deuda con las generaciones futuras.

Hay que luchar mucho contra los torpes, los ignorantes, los ególatras, los corruptos y todos los hechos lamentables que se derivan de esta malhadada situación. Es nuestro destino.

*Del grupo de expertos de la Organización Mundial del Turismo (UNTWO)