Son muchos. Margarita siempre decía todo lo que se conseguiría con descoser mínimamente el sueldo de los políticos. Es algo simbólico, pero cuánto se podría conseguir si los más de 125.000 puestos de carácter político que existen en España destinaran de forma obligatoria cinco euros para contribuir en los asuntos sociales de mayor urgencia: designar esa cantidad para la carpeta roja de los casos de extremo apremio social. Desahucios, luchar contra la pobreza energética desde lo local a lo regional o derivar parte de esa cifra a los vales de compra en los supermercados. Que por cinco euros no pasa nada. Eso también lo decía Carmen, la señora que vive en el charcutería, que entre chorizo y queso curado realiza sus cábalas matemáticas en busca de una solución a los problemas de sus convecinos. Osoria, en cambio, creía que lo mejor sería que los elevados sueldos públicos se recortaran de forma significativa, "para que de esta forma sepan lo complicado que es vivir con el sueldo mínimo y mantener a una familia a base de leche, pasta y arroz". Guillermina era más técnica, ya que era la que en el mercado marcaba la línea a seguir en debates mañaneros que alegraban las compras en la recova. Ella lo tenía claro: "Yo los cargos políticos los limitaría, pero un aspecto a tener en cuenta es que en España hay algo más de tres millones de trabajadores públicos", explica mientras mira a la pescadería para saber si elige caballas o sardinas. Pues no iba desencaminada, no por el pescado, sino porque España dedicó en 2015 un 11,1% de su Producto Interior Bruto (PIB) para este concepto, lo que supone unos 110.000 millones de euros. Tal y como recogió el periódico El Mundo en un reportaje sobre el funcionariado, "si se divide esta cifra entre los mencionados trabajadores del sector público, el resultado es que el sueldo medio es de unos 36.600 euros, esto es, más de 10.000 euros por encima de los 26.259 euros a los que ascendía el sueldo medio en España a cierre de 2015; además,el peso que las nóminas públicas tienen sobre el PIB es superior al de Alemania y al de la media europea, y muy cercano al de Francia, donde la proporción de trabajadores es mayor". Y de repente, Sonia, tras comprar el pan y meterlo en el carrito clásico que las señoras usan para hacer la compra, se dirige a sus compañeras: "No es que tengamos demasiados trabajadores públicos que realizan funciones útiles a la sociedad, el problema es que no hay médicos para las listas de espera y faltan profesores, entre otros; son muchos y nos sobran". Herminia intentó criticar a los inmigrantes que "quitan el trabajo a los españoles", pero al final, sabedoras que no van a arreglar mucho, deciden seguir con conversaciones más banales fuera del mercado, donde la realidad también hace de las suyas. Por cinco euros no pasa nada.

@LuisfeblesC