"De colores, de colores se visten los campos en la primavera. De colores, de colores son los pajaritos que vienen de afuera...". Una bella canción anónima de origen mejicano y que fue interpretada por diferentes artistas, aunque popularizada en España por Joan Báez. La recuerdo hoy porque la escuché en un vídeo que me envió mi buen amigo Gustavo de Deportes Salud (gracias y no pierdas las mañas), pero fue utilizada por la Iglesia Católica para los cursillos de cristiandad.

Tenía 41 años cuando hice el cursillo 123 de la Curia San Pablo, era 1977, por lo que el próximo mayo se cumplirán 40 años. Me vienen a la memoria un montón de vivencias, momentos de gran hermandad, de creencia, fe, amor a Dios, pero también de divertimiento y concordia. Me encuentro con compañeros de aquella época como Pinto, jefe del grupo y con el que todavía me saludo como: "De colores, hermano". Casado, vive también en Las Caletillas, y hace muchos años adoptaron un niño poliomelítico al que han dedicado su vida. Ya es un hombre, pero desafortunadamente sufren por sus problemas, por lo que su sacrificio les hace haberse ganado ya el cielo. Recuerdo también a un señor de ascendencia portuguesa, que vive ahora en Icod y que durante el cursillo nos despertaba a las 6 de la mañana con un cencerro. Me acuerdo de Salvador Fernández Morán, quien nos convenció a Nicolás García Alayón y a mí para asistir al preparatorio. Ambos han desaparecido.

En aquel entonces andaba algo disipado, trabajaba como un cosaco de 12 a 14 horas diarias, así que me perdí los mejores años del crecimiento de mis hijos. Ese cursillo me enriqueció, reforzó mi fe y sirvió para reencontrarme con Dios y poder seguir cumpliendo con mis obligaciones de seguidor de Cristo. Al finalizar, nos entregaban una pequeña cruz de hierro y la guía del peregrino, que sigue ocupando un hueco en mi mesilla de noche, y la leo diariamente antes de acostarme, tanto algunas oraciones como las dedicatorias de compañeros, rectores y sacerdotes. Bonita y entrañable la dedicatoria que me escribió el padre Lucio González Gorrín, regente de la iglesia de Santo Domingo en La Laguna, que dice: "José: les haces mucha falta a Dios y a los hombres. Tienes cantidad inmensa de cualidades que has puesto de manifiesto a lo largo del cursillo, Dios te pague el testimonio de entrega que me has dado, sigue así para mejorar la comunidad. Préstale a Cristo tus brazos".

Todo esto me lleva a analizar la actualidad de la Iglesia y los católicos, la persecución a la que están sometidos los cristianos en muchos lugares del mundo, que me genera una enorme inquietud y tristeza. Acoso que también existe en nuestro país, que empieza con esa casta política privilegiada, pusilánime y acobardada, y que continúa en los medios de comunicación, pues son escasos los que se preocupan por la defensa de los valores del cristianismo. La sociedad está llena de prejuicios, inmersa en un consumismo desmesurado y ha perdido el verdadero sentido de comunidad. Mientras, seguimos conviviendo con una izquierda llena de odio que no sabe perdonar y seguir adelante, que sigue remontándose a la fratricida guerra civil entre hermanos y a un Franco que, cuarenta años después, siguen nombrando. Han pasado ochenta años y no renuevan su mensaje. Una nueva izquierda progresista que no sería capaz de anular leyes aprobadas en ese periodo, como la de la paga extra. Todos los días amanecen con nuevas y absurdas propuestas, una de las últimas la de quitar la misa dominical de TVE. Si dicen que gobiernan para el pueblo, ¿saben la cantidad de gente con problemas físicos, invalidez o ancianos que la siguen? No es justo crear perjuicio solo por darse notoriedad. Y qué me dicen de Pedro Sánchez, ese que siempre va con el puño alzado cerrado, ¡algún día soltará la mosca! Dice que lo primero que hará cuando gobierne es revisar el Concordato con la Iglesia Católica para quitarle los privilegios. Dios salve a España de este elemento o de Pablo Iglesias, que dice que no le interesa eliminar la Semana Santa porque su querida madre es devota de un Santo. Sigan riéndoles las gracias.

Vaya tropa nos ha tocado.

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