Fue el titular del reportaje publicado por el periodista de EL DÍA Pedro Fumero el que dio de lleno en el clavo con respecto a lo que representan los accidentes en el medio acuático en Canarias: "Ahogamientos, el riesgo ignorado". Fumero puso blanco sobre negro ante lo que parece uno de los tabús sociales.

El pasado año perdieron la vida en Canarias por ahogamiento, fundamentalmente en playas, setenta y dos personas, mientras que los fallecidos víctimas de accidentes de tráfico en las carreteras del Archipiélago, treinta y ocho. Casi el doble. El dato nos debe poner en alerta, no alarmarnos. La deducción a extraer es clara y concisa: nuestro analfabetismo en cultura de la seguridad acuática, tanto en Canarias, en España como en la Unión Europea.

La OMS, en su Informe Monográfico de 2014, sitúa los ahogamientos como la tercera causa de muerte no intencional en todo el planeta. En la Unión Europea, los accidentes acuáticos representan la segunda causa de muerte no violenta en jóvenes menores de 25 años. Cada año fallecen ahogadas en el mundo más de seiscientas mil personas, sin contar las víctimas de catástrofes naturales (tsunamis, inundaciones).

La OMS concluye en su informe: "Los gobiernos han de adaptar y aplicar programas eficaces de prevención de los ahogamientos, generar datos de mayor calidad sobre el tema y elaborar planes nacionales de seguridad acuática". En él se destaca asimismo "el carácter multisectorial del problema y se preconiza un mayor grado de coordinación y colaboración entre organismos de las Naciones Unidas, gobiernos, las principales ONG e instituciones universitarias con el fin de prevenir ahogamientos".

El pasado año, 437 personas perdieron la vida por sumersión en nuestro país, según el Informe de la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo. Canarias aparece, año tras año, en el primer lugar en este "ranking", junto a Galicia y Andalucía.

Esta es la realidad objetiva. Los ahogamientos, como suscribió Fumero, continúan siendo el riesgo ignorado para las autoridades mundiales. Nuestras islas recibieron el pasado año más de quince millones de turistas. La estadística elaborada al efecto muestra que el 89% de los fallecidos identificados en las costas canarias eran extranjeros de hasta catorce nacionalidades diferentes. Sumando la población residente (2,1 millones) más los visitantes (quince millones), la ratio nos señala que fallece una persona por cada 237.000, aproximadamente.

La siniestralidad en el agua es un fenómeno que continuará en el tiempo. Todos lo saben. Pero nadie, o casi nadie, ha actuado hasta ahora. Pocos se han percatado, o sí, que la información y el conocimiento son la herramienta más eficaz para reducir la accidentalidad en este y en todos los ámbitos. Y Canarias dispone de esa herramienta: una campaña audiovisual, titulada "Canarias, 1.500 km de costa", compuesta por un documental y nueve microclips, grabada en seis idiomas, que explica cómo actuar ante las situaciones de riesgo más comunes a las que se expone un bañista.

El padre de la inteligencia emocional, Daniel Goleman, escribió la obra titulada "El Punto Ciego", un certero análisis de las diferentes formas en que los seres humanos nos autoengañamos simplemente para protegernos de la realidad. Quizás un incomprensible ejercicio de necedad ha desarrollado el ignoto temor a mancillar la imagen de un destino turístico. Y es todo lo contrario. Canarias puede ser pionera en fortalecer este mensaje: "No solo nos preocupamos por atenderle con amabilidad y una sonrisa en el hotel o en el restaurante. En Canarias, sus autoridades vamos más allá: nos ocupamos e interesamos por su integridad física y emocional".

A día de hoy, la presidencia del Cabildo de Gran Canaria y el ayuntamiento de la capital grancanaria son las instituciones que han sido conscientes del bien preventivo que conlleva difundir social y públicamente esta idea-fuerza. Asimismo, el Grupo Socialista ha lanzado un salvavidas en el Parlamento de Canarias, sentando un precedente histórico en las cámaras autonómicas españolas y de la propia UE, al llevar hasta en tres ocasiones la necesidad de analizar el creciente fenómeno de los ahogamientos en los 1.500 km de costa que perfilan nuestra silueta archipielágica.

La presidencia de la Cámara autonómica también ha expresado su compromiso en exportar a otros puntos del país esta iniciativa. Así lo ha sabido interpretar también la cadena Lopesan, la que lleva dos años emitiendo la campaña en las teles de sus 7.300 habitaciones de una veintena de hoteles emplazados en Canarias, Alemania, Austria y República Dominicana, obteniendo unos resultados manifiestos en el descenso de accidentes acuáticos entre su clientela.

La firma de un convenio con RTVC, emitiendo dos veranos consecutivos la campaña "Canarias, 1500 km de costa" tanto en televisión como en radio, con una audiencia total de once millones de personas, fue un avance significativo. Casualmente, coincidiendo con su emisión en julio y agosto pasados, la cifra de muertes con respecto al mismo periodo del año anterior se redujo un 31%. El compromiso en divulgar los ahogamientos ha estado, y está, muy presente también en el propio periódico EL DÍA, signo de esa preceptiva concienciación como medio de comunicación cercano a nuestra realidad.

Y mientras Tricicle inaugura, felizmente, la enésima campaña de seguridad vial, el impulso estatal y autonómico a las iniciativas de concienciación en materia de seguridad acuática sigue enrocado en el ámbito de la ahogadura (broma pesada que consiste en meter con fuerza la cabeza del bañista bajo el agua).