El prestigioso escritor y periodista César Vidal, en el editorial emitido en su programa radiofónico "La Voz", insertado en YouTube el pasado día 4 de abril, denunció el escándalo de las ayudas a inmigrantes en situación ilegal en España.

El señor Vidal denuncia los beneficios que reciben los inmigrantes, incluidos los que se hallan en situación ilegal y que se resumen así: 1) La comunidad islámica procedente de Marruecos, residente en Cataluña, vive en un 80 % de ayudas sociales. 2) La cantidad mensual media percibida por estos inmigrantes de los fondos públicos es de 600 euros por persona. 3) Siete mil de los perceptores de esa ayuda ni siquiera viven en España, sino en Marruecos, a donde se les envía el dinero puntualmente. 4) En la comunidad valenciana basta con estar empadronado durante un año en cualquier municipio para percibir una paga de 532 euros. 5) Si además se trata de un matrimonio con hijos, la paga percibida se eleva a 775 euros. 6) Por si fuera poco, también pueden acceder a subvenciones al alquiler de 250 euros mensuales, lo que significa que perciben sin ningún tipo de contraprestación más de mil euros al mes. 7) En la Comunidad de Madrid, el 76 % de las ayudas para el alquiler en el año 2016 fueron destinadas no a españoles, sino a extranjeros, en su mayoría procedentes de países islámicos. Por si fuera poco, esos mismos musulmanes fueron los perceptores de las ayudas más elevadas, cifradas entre los mil y dos mil euros al mes. 8) A lo anterior hay que añadir que en España, en 2016, cien mil extranjeros cobran una pensión no contributiva sin haber cotizado, lo que representa al año mil millones de euros a pagar de la hucha de las pensiones, por lo que el Gobierno tendrá problemas para pagar las pagas extras de 2017 a los jubilados. En otras palabras, los españoles les pagamos un retiro a pesar de que no han contribuido ni han cotizado jamás para disfrutar de él. 9) Además, los hijos de extranjeros, aunque sean irregulares, tienen preferencia sobre los españoles a la hora de percibir becas de comedor, plazas en escuelas infantiles y, por supuesto, sanidad gratuita.

Como vemos, la diferencia de trato entre los españoles y los inmigrantes en situación ilegal es notable. Así, los españoles no tienen asegurado una pensión digna a pesar de haber contribuido durante décadas, pero decenas de miles de extranjeros la perciben sin haber cotizado ni siquiera un solo día. Los españoles no tienen asegurado que sus hijos recibirán beca de comedor, pero los hijos de los extranjeros la reciben de manera mayoritaria. Los españoles no tienen la menor seguridad de recibir una atención sanitaria digna, a pesar de pagarla, pero centenares de miles de extranjeros pasan las fronteras para recibirla de manera gratuita, lo mismo si entran por Ceuta y Melilla que si vienen del otro lado del mar. Los españoles no consiguen acceder a una vivienda digna, acosados por los bancos, pero las ayudas de vivienda van a parar de manera aplastantemente mayoritaria a extranjeros que no pocas veces residen de manera ilegal en España.

No hay derecho a que los inmigrantes extranjeros, sobre todo los de origen musulmán, se aprovechen de las ayudas y beneficios que se les conceden mientras que los españoles con hijos a cargo, en el paro, deban sobrevivir con los 426 euros al mes del programa Prepara, o se vean obligados a emigrar al extranjero en busca de un trabajo que aquí no obtienen. La realidad es que semejante panorama no es sino una muestra más de hasta qué punto los gobiernos y los políticos solo miran por sus propios intereses y no por el bien común de los españoles.