El desgaste de Coalición Canaria es público y notorio, lo conocen hasta ellos mismos. Sobre sus espaldas pesa la gestión de treinta años en el ejercicio del poder, en el que se han mantenido, incluso, hasta cuando pierden las elecciones. Y es que esta maquinaria es todo un arte. Seguramente, su deterioro no es ajeno a cualquier otro partido que llevase tres décadas en el machito ininterrumpidamente, aunque creo que no existe ningún otro en estas circunstancias en todo el territorio patrio. Y si mandar un solo día ya desgasta, imagínense ustedes. ¿Qué hacer ahora? Recuerdo que hace ya algunos años, Ani Oramas me contó que CC tenía que cambiar su discurso porque estaba agotado, que el puente tricontinental, el territorio fragmentado, la lejanía y todas estas historias tan manidas son verdad, pero no dan más de sí.

Y yo creo que estos nacionalistas, que son los de siempre, a lo que se tienen que lanzar es a rescatar la ilusión de la gente, a recuperar las calles que un día tuvieron y que, en su generalidad, han perdido. Han elegido a Paco Linares para liderar un proyecto que tiene su fuerza en esta isla, un territorio, además, que no pasa por su mejor momento. La motivación de los comités locales de CC, que tanto valor han generado, se hace fundamental en un momento donde los ciudadanos cada vez quieren saber menos de los políticos. Hay que transfundir ánimos para después transmitirlos a la sociedad. Eso, hoy, se me antoja lo primero. Y luego, ya veremos.

JC_Alberto