Canarias está cada día más cerca de dejar de ser la única comunidad autónoma española que no dispone de una Ley de Bibliotecas. Así es desde que el pasado día ocho del presente mes el Consejo de Gobierno aprobó un anteproyecto de texto legislativo que pretende poner orden y coordinación en el complejo mundo de las muchas bibliotecas públicas que existen en el Archipiélago.

Nuestras Islas no podían esperar más por un soporte jurídico que regule y coordine el ejercicio de la lectura, un servicio público imprescindible para el perfeccionamiento intencional de las facultades específicamente humanas, pues en eso consiste, en definitiva, la formación académica y cultural de los seres humanos. Ya sabemos que nunca es tarde si la dicha llega y, por esta razón, esta Ley de Bibliotecas no llegará tarde si nos sirve para ordenar y potenciar el noble y reconfortable ejercicio de leer.

A partir de su aprobación por parte del Ejecutivo canario, el citado anteproyecto será sometido a la recepción de los correspondientes informes técnicos y jurídicos, así como a un preceptivo plazo de información pública para que todos los sectores vinculados directa o indirectamente al mundo de la lectura y del libro puedan aportar las correspondientes propuestas y alegaciones. Una vez estudiadas y analizadas las mismas, el anteproyecto entrará en el Parlamento autónomo para su debate y aprobación.

El propósito de nuestro Gobierno es aprobar la citada ley antes de que concluya el presente año. Es un compromiso de legislatura del actual Ejecutivo. Lo mismo que la aprobación de documentos legislativos referidos a los mundos del patrimonio histórico y documental, del deporte, así como del mecenazgo que haga posible una mayor implicación de la sociedad en la organización y financiación de actividades culturales diversas.

El anteproyecto de Ley de Bibliotecas actualmente en tramitación pretende concebir la existencia de una gran biblioteca canaria que englobe a las bibliotecas públicas ya existentes, es decir, las municipales, las insulares, las escolares y las dos del Estado que se encuentran en las dos capitales de provincia. La sede esa biblioteca general canaria no será una construcción física única, sino que estará constituida por todas las sedes parciales actualmente abiertas al público.

El objetivo general de esa gran biblioteca canaria no será otro que la coordinación y unificación de voluntades para que el servicio público de la lectura, tanto en municipios y cabildos, así como en centros educativos e instituciones declaradas de utilidad pública, sea una realidad cada día más robusta y más fecunda. La biblioteca general de Canarias estará constituida, por tanto, por todas las bibliotecas públicas de las Islas, aunque su entidad conceptual y jurídica sea solo una.

El contenido del anteproyecto de ley en tramitación habla, entre otras cosas, del sistema bibliotecario canario, de la definición y concepto de biblioteca pública, de las bibliotecas municipales, insulares y del Estado, de las bibliotecas escolares, de los servicios de extensión bibliotecaria, del mapa de lectura pública de las Islas, de las competencias de las diferentes administraciones, de la cooperación bibliotecaria, de los medios personales y financieros, del patrimonio bibliográfico de Canarias, de la preservación, conservación y expurgo, así como del correspondiente régimen sancionador ante diversos tipos de infracciones.

*Viceconsejero de Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias