El atentado de Manchester nos provoca ira y remordimientos. No nos podemos anteponer a las acciones de tantos locos que andan sueltos. Unos por ideales religiosos radicales, otros por diferencias de género, otros por carecer de unos mínimos valores sociales y de convivencia. Y siempre los más débiles se llevan la peor parte. No puedo creer que la maldad llegue a realizar actos como estos. En la educación pongo todos mis proyectos. Tenemos que formar personas con buenos deseos. Educar para la tolerancia, para la paz, para el amor, para la solidaridad. En definitiva, educar para los valores en la familia, en la escuela, en los medios, en la sociedad. Y vivir esos valores porque se aprenden por ósmosis.

El otro día leí algo en un periódico que me dejó atónito. Parece ser que en EE.UU., en un condado de Virginia, fueron retirados de los planes de estudios de sus escuelas los libros de "Huckleberry Finn", de Mark Twain, y el de Harper Lee "Matar a un Ruiseñor"... La causa, un pleito judicial interpuesto por una madre que se quejaba de que su hijo adolescente se perturbó por las palabras ofensivas e insultos raciales que se vierten en las páginas de ambas obras. No precisa la noticia si el muchacho necesitó de asistencia psicológica por el "shock" traumático. Sorprende que estas estupideces ocurran en un país, cuna del KKK, y donde esos mismos adolescentes se entrenan en el manejo de las armas desde bien tierna edad, y con las que luego cometen desquiciadas carnicerías en sus cada vez más desquiciadas escuelas... Digo más: es hilarante que se retiren textos como los citados por herir dudosas hipersensibilidades, y, por otro lado, permitan vomitar lo que vomita su "Trumpresidente", que las hiere todas, y no le interpongan una demanda que lo retire del estado.

Pero lo que a mí me preocupa es que estas sobreprotecciones imbéciles se empiecen a dar aquí también. Sabido es que España es el "imitadero" americano, en sus modos, sus fiestas, su gramática, todo...

Por eso no me extrañaría que esa misma ignorancia emulativa nos llevara a que cualquier "iluminado" quite a "Platero y yo" de los centros escolares porque su nene es hipersensible a su lectura, "mire usted, que sufre mucho y se emociona con lo del burrito, porque él, ¿sabe?, quiere mucho a los animales y eso...". Y es que un servidor no cree en esas mortadelas. Yo creo más en la educación que en la hiperprotección, que, por cierto, son conceptos contrarios y antagónicos en sí mismos. Y es que yo me formé -quizá me deformé, según esta gente- leyendo en mi niñez y primera juventud aquellos "brutales" libros de Emilio Salgary, Jack London o Julio Verne. Incluso más adelante, "El perfume", "El idiota" o "Los hermanos Karamazov", casi todo lo de Allan Poe, los "Cuentos Bestiales", de Horacio Quiroga, "Los Niños Terribles", de Cocteau... Y, claro, los tebeos del "Capitán Trueno", "El Jabato", "Roberto Alcázar y Pedrín"... Y, que yo sepa al menos, ni nadie me lo ha notado, no he salido ni taradito ni psicópata.

Sin embargo, lo que sí es cierto es que las generaciones jóvenes de hoy en día, más hijas de ese "proteccionismo cultural" que nosotros -si bien yo lo creo más un abandonismo cultural, hoy pueden aprobar la ESO con menos de un 5- y criados en la abrigada concha de una privilegiada clase media, desconocedores absolutos de las mínimas carencias, donde no tienen más que pedir para conseguir sus caprichos -los que sean-, desconocedores del esfuerzo..., traen como frutos: el acoso escolar, las amenazas en las redes, la violencia en las aulas, el pandillismo en las calles, la radicalidad en las ideologías, sean estas izquierdas o derechas, la imposición y prepotencia en sus manifestaciones, la pésima educación en las instituciones..., el odio de colmillo que destilan.

Dos modelos distintos y dos puntos diferentes. Y dos posturas opuestas en una misma sociedad: la de proteger tanto a nuestros hijos del mundo que los hacemos enemigos de ese mismo mundo. Las consecuencias son las que son. Y es que hemos dejado de prepararlos para el mundo, como antes se decía, y se hacía, para empezar a prepararlos contra todo y contra todos, incluso contra sí mismos, que es lo que ahora parece que se hace... Pues que nos aproveche. Menuda herencia.

Feliz domingo.

adebernar@yahoo.es