Hace unos días, tuve la suerte de compartir con los alumnos de 1º de Periodismo de la Universidad de La Laguna (ULL) una de sus prácticas de formación, una entrevista como vicepresidente primero del Cabildo que ellos tenían que aprovechar para dar cuenta de sus conocimientos en realización, producción, redacción, montaje y vídeo. Una experiencia que les agradezco tanto a ellos como a Vanessa Rodríguez, vicedecana de Calidad de Periodismo y Trabajo Social, y a su rector, Antonio Martinón.

En tiempos de crisis en los que se discute, y mucho, sobre la reputación de los periodistas, ellos han demostrado que son los futuros valedores y guardianes de la libertad de expresión y el pluralismo de opinión, dos principios básicos y sociales que, sin su cumplimiento, no podría ser posible la democracia ni la convivencia pacífica y próspera.

El periodismo es necesario. Pero el periodismo que nos permitió en España salir de la censura informativa del franquismo y contribuyó a traer la democracia. Ese periodismo comprometido con las libertades y con el pluralismo, que sirvió de aglutinante social y cultural en el proceso de construcción democrática.

Hablo de ese periodismo bien hecho, de calidad, reconocido socialmente y con prestigio. Ese periodismo que creía en el compromiso social y que defendía la veracidad y el rigor informativo, y los anteponía a otro tipo de intereses.

El otro día los escuché, los observé, cómo afrontaban una entrevista con rigor, bajo el que se vislumbraba un trabajo de documentación serio y concienzudo. La honestidad del trabajo bien hecho, y la formación que están recibiendo para poder contar las cosas a los ciudadanos.

Ellos no formarán parte de ese periodismo que no aporta valor o que se hace para dañar a las personas, centrado en el rumor y los comentarios, porque están aprendiendo los auténticos valores del periodismo, a través de los profesionales de comunicación de la Universidad de La laguna, que enseñan el periodismo como un vehículo más de debate y análisis y otro aporte fundamental a nuestra democracia.

En una sociedad en que las personas están sobreinformadas y muchas veces mal informadas, y donde a veces se manipula la información, es importante lo que un periodismo serio y profundo puede entregar. A eso aspiramos con estas futuras generaciones de profesionales.

Gracias a Iballa, Eva, Javier, Juan Pedro y el resto de alumnos de 1º de Periodismo por esta grata experiencia, que demuestra que siempre habrá sitio para los periodistas como ellos, porque representan los valores de nuestra democracia y porque es uno de los oficios más importantes de toda sociedad democrática

*Vicepresidente primero del Cabildo de Tenerife y presidente del Grupo Socialista en la institución insular